No son buenos tiempos para el transporte aéreo. La demanda está bajo mínimos, desaparecen aerolíneas... Pero una empresa, Plus Ultra Líneas Aéreas, ha solicitado licencia para operar. En su equipo directivo aparece una persona que tuvo responsabilidades en Air Madrid, que protagonizó el primer cierre abrupto de una aerolínea en España con miles de afectados. En el registro mercantil figura como apoderado de esta nueva empresa, Plus Ultra Líneas Aéreas, Julio Miguel Martínez Sola, que antes fue apoderado de Air Madrid. Ésta dejó de operar en diciembre de 2006 de forma repentina. El Ministerio de Fomento la había amenazado con quitarle la licencia después de varias cancelaciones de vuelos y fuertes retrasos. Se habló de unos 40.000 afectados, con billete y sin vuelo, en España y en América Latina. A partir de ahí la empresa se declaró en concurso de acreedores. Hace un año el juez concursal estableció el sistema para devolver el dinero de los billetes de los que se habían quedado en tierra, además del pago al resto de acreedores. La OCU estima que, terminado el plazo, muy pocos clientes han cobrado porque están muy dispersos y ha pasado muy inadvertida la resolución del juez. Suspicacias El Ministerio de Fomento confirma que Plus Ultra Líneas Aéreas ha solicitado la licencia y señala únicamente que el trámite sigue su curso. José María Múgica, director general de la OCU, pide a la dirección general de Aviación Civil especial cuidado en la tramitación de la licencia. CCOO teme que podamos estar ante un nuevo Air Madrid. Rafael Simancas, del grupo socialista en el Congreso, pide al gobierno una cautela especial y el cumplimiento estricto de los reglamentos europeos. La normativa para la concesión de una licencia de vuelo se basa en un reglamento europeo que exige, además de garantías económicas, «buena reputación». Para probarla se consideran prueba suficiente los documentos que expidan las autoridades nacionales acreditándola, y si no hay esos informes, una simple «declaración personal de honorabilidad profesional». Hay un formulario en el que el solicitante debe declarar que no ha sido condenado por delitos dolosos o a penas de inhabilitación. Y que no ha sido sancionado de forma reiterada por infracciones graves o muy graves en el ámbito aeronáutico, o por el incumplimiento reiterado de normas laborales, fiscales y de la Seguridad Social. CCOO estima que la persona en cuestión podría reunir estos requisitos. Su portavoz, Jorge Carrilo, apunta que «desgraciadamente, parece que en España no es delito una actuación como la de Air Madrid».