La jornada continua desbanca por primera vez a la partida en los colegios de primaria
El número de centros con jornada continua ha subido 15 puntos desde el comienzo de la crisis y alcanza ya al 62% de los centros escolares públicos de toda España
El avance de la jornada continua es imparable hasta el extremo de que este curso sólo cinco de las diecisiete comunidades (Cataluña, Euskadi, Navarra, Aragón y Comunidad Valenciana) mantienen mayoritariamente la jornada partida, en la que los niños paran para comer, bien en casa o en el colegio y retoman posteriormente las clases hasta completar el horario lectivo. Los expertos señalan que la crisis que golpea a las familias y los recortes en becas de comedor y actividades extraescolares empiezan a hacer mella en este cambio de tendencia.
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¿Jornada continua o jornada partida? Es un debate eterno que suscita fuertes controversias en los centros entre padres y profesores y que de momento se está resolviendo a favor de la primera por lo menos a juzgar por las cifras. Según los datos a los que ha tenido acceso la Cadena SER, en el año 2009 el 47% de los colegios españoles de infantil y primaria tenía jornada continua. En la actualidad esa cifra ha crecido hasta el 62% y las autonomías que optan mayoritariamente por la jornada continua triplican a las que se mantienen con jornada partida.
Los mayores avances se han registrado en Castilla y León, que ha pasado del 40% al 100% en apenas cuatro años, Galicia, del 60% al 98%, La Rioja, del 38% al 84%, o Cantabria, donde la jornada continua se ha implantado en un 66% de los centros frente al 16% de 2009. En Castilla la Mancha, esta jornada también se ha generalizado, pasando del 78% al 100% de los centros educativos. En lo que respecta a Andalucía, Extremadura, Canarias o Murcia la jornada continua está implantada de forma mayoritaria desde hace años y no ha experimentado cambios.
El debate además se está reabriendo en comunidades como Madrid donde el gobierno autonómico acaba de publicar una orden que facilita la votación en los centros para promover el posible cambio de la jornada partida a la continua, si bien la decisión está en manos de las familias. En la Comunidad Valenciana, el gobierno regional también ha anunciado una normativa para abrir la puerta al cambio de jornada en infantil y primaria donde hasta el momento, está generalizada la jornada partida. En Aragón, el próximo curso se pondrá en marcha una experiencia piloto de jornada continua cuyos resultados servirán para decidir o no un posible cambio en el futuro.
Cataluña (100% de centros de infantil y primaria), Euskadi (100%) y Navarra (95%) se mantienen entre la minoría de comunidades autónomas cuyos centros escolares todavía tienen implantada la jornada partida.
La continua avanza en la escuela pública mientras la concertada ofrece horario partido
Lo que ocurre en la escuela pública no tiene su reflejo en la escuela concertada que, mayoritariamente sigue optando por la jornada partida en sus centros. Según datos facilitados a la SER por FERE, la patronal de las escuelas católicas concertadas, en la actualidad la jornada partida es mayoritaria en los centros concertados de trece comunidades: Madrid (con la excepción de Alcalá de Henares), Castilla y León, Valencia, Galicia, Asturias, Cantabria, Euskadi, Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña, Islas Baleares y Murcia (donde dos tercios de los centros tienen jornada partida). Sólo en Andalucía, Extremadura, Canarias, y Castilla la Mancha es mayoritaria la jornada continua entre los centros concertados, al igual que sucede con los públicos.
Los datos son incontestables pero los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de atribuirlo a una causa única. "A mi juicio se unen varios factores políticos, sociales y laborales en el momento actual", señala José Luis Pazos, de la junta directiva de la Confederación de Padres, CEAPA, firme defensora de la jornada partida en la escuela. "Desde el punto de vista de la administración, algunos gobiernos autonómicos ven con buenos ojos el cambio a la continua por el ahorro de costes que puede suponer, bien en comedor o en actividades extraescolares. Existe el temor de que en algunas comunidades, como Madrid, esto pueda suponer el principio del fin de la apertura de los colegios por las tardes, con el consiguiente recorte en tiempo de escuela ", señala Pazos.
La crisis influye en la jornada escolar
El profesor de Sociología de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Feito, suma otra explicación parcial relacionada con la crisis. "Resulta llamativo que, pese a que tradicionalmente se ha considerado que la jornada continua era una demanda de la clase media, en la actualidad vemos como en zonas acomodadas no está prosperando en general la votación de los padres para pasar de la partida a la continua, y sin embargo sí está saliendo adelante en barrios más deprimidos socialmente. En ese caso hay una conexión clarísima entre las familias que no pueden pagar el comedor, por la crisis y los recortes de las becas, y entonces prefieren recoger a los niños a las dos de la tarde y llevarselos a casa. También hay que tener presente que lo que antes podía ser un problema de conciliación de vida laboral y familiar para muchos padres, ahora desgraciadamente ya no es así porque ambos o uno de ellos está en el paro", explica Feito.
El tercer sector para el debate es el de los profesores que históricamente han tenido en la jornada continua una de sus reivindicaciones laborales. Rafael Feito opina que "en ocasiones el profesorado ejerce una auténtica presión moral sobre las familias a favor del cambio de jornada cuando no obedece a criterios pedagógicos". Un extremo que Carmen Guaita, vicepresidenta del sindicato de profesores ANPE, niega radicalmente. "Defendemos esta jornada porque creemos que es mejor desde el punto de vista del aprendizaje". Los partidarios de este tipo de jornada argumentan que el rendimiento de los alumnos desciende por las tardes, porque en las horas de la mañana es cuando hay mayor capacidad de atencióny añaden que el cansancio del estudiante al finalizar la jornada es menor con el horario continuado. También señalan como ventaja que posibilita usar el horario de tarde para realizar las actividades extraescolares, así como que el profesorado puede disponer de este modo de mayor tiempo para la formación permanente y para la atención tutorial de las familias.