Berlín cobrará a partir de julio una tasa a los turistas
Se aplicará a quienes pernocten en la capital alemana y ascenderá al 5% del precio que el turista pague por su alojamiento. El ayuntamiento berlinés espera recaudar 25 millones de euros al año
"Pobre pero sexy", así definió el alcalde de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, a la capital alemana durante una entrevista televisiva en 2004. Esta cita ha pasado a la posteridad como una de las frases clave de la historia de la ciudad, una especie de eslogan que define a la perfección el carácter de una ciudad que a menudo compromete el discurso germano de austeridad y disciplina fiscal.
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Berlín es una especie de isla dentro de Alemania en el que las prédicas de Ángela Merkel difícilmente encuentran acomodo: arrastra una deuda superior a los 60.000 millones de euros y su tasa de paro, cercana al 13%, casi dobla la media nacional. Por si esto fuera poco, también cuenta en su currículum con agujeros económicos que el cliché calificaría como más propios de enclaves mediterráneos: varios macroproyectos, entre ellos el nuevo aeropuerto, que acarrean sobrecostes y disparan presupuestos.
La situación económica de Berlín es ciertamente delicada aunque su suerte podría cambiar gracias al atractivo con el que la ciudad cuenta internacionalmente. Desde hace años ha encontrado un filón en el turismo y el gobierno de la ciudad ha decidido aprovecharlo para intentar apuntalar las finanzas municipales.
A partir del 1 de julio de este año aplicará una tasa turística a todos aquellos visitantes que pernocten en un hotel, un albergue juvenil, un hostal o en un camping de la ciudad. Se cobrará un recargo del 5% del precio que el viajero haya pagado por su alojamiento, con excepción de los viajes de negocios que estarán exentos de la tasa. Además se ha establecido en tres semanas el tiempo máximo por el que los visitantes estarán obligados a pagar el impuesto. Con esta medida, el gobierno de la ciudad espera recaudar 25 millones de euros al año.
Según ha dicho el senador por Berlín Ulrich Nußbaum, de los 25 millones de pernoctaciones que se registraron en Berlín en el año 2012, el 55% eran viajes de carácter privado.
