Beñat Intxausti se coloca tercero en la general del Giro

La cuarta etapa del Giro estuvo marcada por la lluvia. Sobre todo, en la parte final. Ya anteriormente se habían producido algunas caídas, pero la definitiva tuvo lugar en la recta final, en los tres últimos kilómetros. El equipo del líder tiró del pelotón y logró abortar la escapada del día -en la que se coló un hombre de Euskaltel, Miguel Mínguez- a falta de unos cuarenta kilómetros para llegar a meta.

El grupo avanzaba a buen ritmo hacia la meta de Serra San Bruno. Superado el Croce Ferrata, de segunda categoría, comandado el pelotón por el equipo Sky, restaban siete kilómetros de etapa. Sin embargo, todavía llegaría la sorpresa. Esa última caída de varios corredores arrastraba a Bradley Wiggins, que cruzaría la meta a 17 segundos de la cabeza.

Se llevó la etapa, por sorpresa, Enrico Battaglin. Beñat Intxausti se coló en séptimo lugar. Wiggins, más tarde. El británico y su equipo reclamaron que la caída le había retrasado, pero Hervé Brocque, presidente del jurado técnico, desestimó su petición: "Los trasponders marcan que cuando Wiggins entró en ese tramo ya cedía 17 segundos", señaló. A la cabeza de la clasificación general del Giro continúa el italiano Luca Paolini.