La oficina forense de Oklahoma ha rebajado este martes a 24 el número de fallecidos tras el devastador tornado que atravesó el lunes la ciudad de Moore, en Oklahoma. Las autoridades habían llegado a confirmar 51 víctimas, pero han achacado el error a que contaron dos veces algunos de los cuerpos. «Había mucho caos», se ha disculpado Amy Elliot, responsable de la oficina forense. Aún así, ha advertido de que la cifra puede aumentar en las próximas horas, ya que se espera que se encuentren más cadáveres entre los escombros. El alcalde de Oklahoma se ha mostrado «muy optimista» en seguir encontrando supervivientes. A lo largo de la noche, más de 100 personas han sido rescatadas. Decenas de trabajadores de emergencia han pasado la madrugada buscando víctimas entre los escombros, ayudados de generadores eléctricos y cámaras que detectan el calor corporal. Los mayores esfuerzos se llevan a cabo en la escuela pública Plaza Tower, donde se teme que puede hacer una veintena de niños atrapados. El presidente Barack Obama ha declarado el estado de desastre en Oklahoma para permitir que llegue ayuda federal a las víctimas. «La gente de Moore debe saber que el país estará ahí para ellos, todo el tiempo que haga falta», decía Obama en una comparecencia en la Casa Blanca. El Presidente ha ordenado al Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal de emergencia que hagan llegar a Oklahoma «todo lo necesario y de inmediato». Obama ha pedido a los americanos que contribuyan con la Cruz Roja para dar asistencia a los afectados. «La gente de Oklahoma puede estar segura de que los americanos estaremos con ellos, abriendo nuestros corazones y nuestros hogares para aquellos que lo necesiten», añadía. Ciudad arrasada Moore, a las afueras de Oklahoma City, ha quedado devastada. El ciclón ha arrasado con todo lo que encontró en sus 12 kilómetros de trayectoria. Ha levantado casas y escuelas, incendiado edificios y destruido calles enteras. La ciudad fue evacuada después de dar unas horas a los vecinos para que intentaran recoger lo que quedaba de sus pertenencias. La población estaba avisada de que acudieran a refugios y edificios seguros. «La gente de Oklahoma sabe mucho sobre el tiempo. Prestamos atención a lo que está pasando, sabemos lo devastador que puede ser un tornado. La gente hizo caso. Varios de mis amigos y familiares que viven en esa área dicen que cuando escucharon el aviso tuvieron unos 15 minutos antes de que el tornado golpeara la ciudad», contaba un periodista de la televisión local KFOR. No esperaban un tornado de tales proporciones: hasta 3 kilómetros de ancho y vientos de más de 320 Km. por hora. En EEUU es plena temporada de tornados. Cada año se registran 1.200 de media. La ciudad se encuentra en lo que se conoce como el corredor de los tornados, que va desde el norte de Tejas hasta Dakota del Sur, al oeste del río Missisipi. El 3 de mayo de 1999, Moore fue azotada por uno de los peores tornados registrados hasta el momento. La tormenta causó 26 muertos. En 2011, un tornado en Joplin, en Missouri, mató a 158 personas.