Suspendida la declaración de dos médicos por desaparición de dos gemelas
El juez ha suspendido dos de las tres declaraciones de médicos que estaban citados como imputados por la presunta desaparición de dos gemelas en la madrileña Clínica de Santa Cristina en 1981
El abogado de la denunciante, Alipio Barbero, ha precisado que la declaración del director de la Clínica Santa Cristina, José Zamarriego, se ha aplazado por "una triquiñuela procesal" porque su letrado alegaba que no era el director del Departamento de Neonatología y el juez determinó oficiar a la maternidad para ver qué funciones desempeñaba Zamarriego en aquella época.
También se ha suspendido la declaración del jefe del Departamento de Neonatología, Ignacio Villa, porque argumenta que en el momento de los hechos él no formaba parte de la clínica, aunque en la documentación del caso aparece su nombre varias veces.
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El titular del Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid, Esteban Vega, tiene previsto interrogar hoy a uno de los responsables del Departamento de Neonatología, Ceferino de la Calle, como imputado y a otros dos médicos, Teresa Gallardo y Luis Capote, como testigos en relación con la denuncia presentada por Purificación Betegón.
La denunciante alumbró dos gemelas en la Clínica Santa Cristina el 23 de febrero de 1981, el día del golpe de Estado, y las niñas entraron en el Departamento de Neonatología porque tenían poco peso.
Purificación Betegón estuvo viendo a sus hijas durante varios días hasta que a las 24 o 36 horas le comunicaron que las pequeñas habían fallecido y desaparecieron del Departamento de Neonatología.
"No espero nada", ha señalado, al ser preguntada por las declaraciones judiciales previstas para hoy de los médicos que aparecen en la documentación del parto.
Ha recordado que ingresó en la Clínica Santa Cristina el 12 de febrero de 1981, se puso de parto el 23 de febrero y, después de dar a luz, un camillero le dijo que había tenido "dos niñas preciosas".
Cuando ella preguntó por las pequeñas, le dijeron que eran para la adopción, aunque a ella "jamás" se le había pasado por la cabeza esta posibilidad.
Ha indicado que, antes de que le comunicaran que las niñas habían fallecido, tuvo ocasión de hablar con sor María -asistente social en la maternidad- dos veces, en las que le dijo: "Mis hijas son mías y de nadie más".
Tras el fallecimiento de sor María, cuatro días después de alegar motivos de salud para no declarar como imputada por este caso, Purificación Betegón ha dicho que se le negó esta posibilidad y que no le queda otra opción que resignarse.