Katz's: 125 años de pastrami y falsos orgasmos
El restaurante neoyorquino popularizado por <i>Cuando Harry encontró a Sally</i> celebra su 125 aniversario
Katz's lleva desde 1888 en una esquina del Lower East Side de Manhattan. El restaurante tardó poco en popularizar sus sándwiches de pastrami (lonchas de ternera ahumada) entre los inmigrantes judíos del barrio. El falso orgasmo de Meg Ryan en una de sus mesas, de la película Cuando Harry encontró a Sally (1989), lo dio a conocer fuera de Nueva York e hizo que los turistas peregrinaran hasta él.
"La gente viene aquí por la comida, eso es seguro, pero también por la nostalgia", asegura el dueño Jake Deli. "Quieren transportarse a la primera vez que vinieron al restaurante. Todo está exactamente igual que cuando empezamos".
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El restaurante abrió sus puertas en la esquina de las calles Ludlow y Houston en 1888 bajo un nombre diferente: Iceland Brothers. La cafetería de comida kosher se convirtió pronto en una institución en el barrio al que llegaba una creciente comunidad de inmigrantes judíos. El nombre cambió a Katz's en 1910, después de que Benny Katz lo comprara.
El restaurante sirve montañas de carne cada semana: 7.000 kilos de pastrami, 4.000 de ternera en lata y 2.000 perritos calientes.
Poco ha cambiado desde 1888. Al entrar te dan un ticket de cartón donde apuntan la comida que ordenas y que vuelves a entregar para pagar, sólo en efectivo, antes de salir.
Una de las paredes está repleta de fotos de famosos que lo han visitado. Entre ellos, 4 presidentes de EEUU. Los empleados aún recuerdan el apetito de Bill Clinton. Ordenó un bocadillo de pastrami, dos knishes (empanadas rellenas), dos perritos calientes y dos refrescos.
Los turistas abarrotan las mesas y hacen fotos de los sándwiches antes de comerlos. Encima de la mesa donde se filmó la célebre escena de la película, un letrero la recuerda. "Esperamos que tengas lo que ella tuvo. Disfruta", se lee. "Algunos turistas se atreven a imitarlo. Y el resto aplaude o abuchea según el resultado", asegura José, uno de los camareros.
Los neoyorquinos, durante el día, no se sientan a comer; piden para llevar u ordenan desde casa.
El restaurante está abierto 24 horas los fines de semana para dar de comer a los jóvenes hambrientos que salen de madrugada de los bares del Lower East Side. Eso sí ha cambiado. Hasta los años 70, pocos se atrevían a andar por esas calles después de la media noche. Ahora, frente al restaurante, se alquilan apartamentos de una habitación por 5.500 dólares al mes y los tradicionales comercios judíos cierran para dar paso a boutiques, heladerías italianas y elegantes restaurantes. Los camareros de Katz's, que solían ser de Europa del Este, son ahora mayoritariamente dominicanos.
Pero Katz's resiste, con su característico letrero de neón rojo, en su esquina de siempre. Para celebrar el aniversario, el deli acoge el viernes por la noche una cena benéfica con platos de la carta reinterpretados por célebres chefs de Nueva York. El fin de semana habrá música en directo y el domingo un concurso no apto para estómagos delicados: ver quien come más sándwiches de pastrami en 10 minutos.