Tres años y medio de cárcel para un banquero que estafó 223.000 euros a tres ancianos
El director de la sucursal de Caja España en Castrocontigo fue denunciado por una compañera de trabajo que descubrió cómo sacaba el dinero de la cuenta de unos octogenarios
El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de tres años y medio de cárcel para el director de la sucursal de Caja España en la localidad leonesa de Castrocontigo por estafar más de 220.000 euros a tres ancianos, un dinero que tanto él como el banco les tendrán que devolver. Durante cinco años abusó de la confianza que los octogenarios depositaban en él y les hizo firmar recibos en blanco, con los que luego sacaba el dinero de sus cuentas. Fue denunciado por otra de las trabajadoras del banco.
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Belarmino de la Fuente era director de la sucursal de Caja España en la localidad leonesa de Castrocontrigo, de unos novecientos habitantes, desde 1966. El Tribunal Supremo le ha confirmado una condena de tres años y medio de cárcel por estafar 223.740 euros a tres ancianos, abusando tanto de su posición privilegiada como de las minusvalías de las víctimas, y aprovechando durante cinco años la confianza "plena" que las víctimas tenían depositada en él. También tendrá que devolver la cantidad estafada.
Los tres ancianos, un matrimonio de octogenarios y el hermano de la mujer, confiaban en Belarmino para que todos los meses sacara 300 euros mensuales de sus cuentas y se los llevara a su vivienda de Torneros de la Valdeira, un dinero que el hermano invertía en los gastos que ocasionaba en el hogar. En el ir y venir de papeles, el banquero hacía que los ancianos firmaran documentación en blanco que, una vez en la sucursal, le permitía sacar dinero de sus cuentas en su nombre. De esta manera, entre 2003 y 2008 el condenado llevó justificantes al banco por cantidades que oscilaban entre los 100 y los 6.500 euros mensuales: dinero que sacaba de las cuentas de los ancianos y que luego no les llevaba.
Fue denunciado por una empleada del banco
El condenado pudo seguir con sus estafas sin levantar sospechas hasta que una trabajadora de su misma sucursal se sorprendió por los movimientos en la cuenta de los ancianos: movimientos de dinero en una cuenta "de personas humildes y sin grandes necesidades" que el condenado intentó justificar diciendo que los miles de euros que sacaba eran para realizar obras, "lo que no era cierto". La justicia vuelve a rechazar los argumentos del banquero, que alegó que dos de las víctimas, una de ellas ciega y la otra sorda, no habían llegado a testificar. Según declara probado la sentencia, en su despacho se intervinieron numerosas hojas en blanco, firmadas tanto por estos perjudicados como por otros clientes.
Caja España, responsable civil subsidiario
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo confirma al banquero la condena que le impuso la Audiencia Provincial de León: tres años y medio de cárcel, además de una multa de 2,700 euros y la obligación de devolverles los 223.740 euros que sacó de sus cuentas. A este respecto, la justicia considera que la entidad para la que trabajaba el condenado, Caja España, debe responder subsidiariamente del perjuicio causado a los ancianos y, por tanto, tendrá que ser el banco quien les devuelva esa cantidad si el banquero no puede hacerlo.