Cientos de miles de turcos muestran su apoyo al primer ministro Erdogan
Mientras que continúan las protestas de los 'indignados', el primer ministro ha conseguido reunir a sus seguidores en un mitin
Las nubes de humo del gas lacrimógeno todavía no se han disipado cuando los 'indignados' turcos han vuelto a tomar las calles de Estambul. Un impresionante despliegue policial intenta evitar que los manifestantes tomen de nuevo Taksim después de una marcha de protesta en la que han participado miles de personas. Los indignados turcos ya habían avisado de que continuarían con la "resistencia".
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Pero no sólo quienes se oponen al Gobierno se están haciendo sentir en Estambul. El partido gubernamental, el islamista moderado AKP, ha celebrado este domingo en la ciudad eurasiática un mitin al que han acudido cientos de miles de seguidores para mostrar su apoyo al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
En este mitin, Erdogan ha advertido a la gente de que no se dejen engañar y no atiendan a las llamadas a manifestarse en la plaza Taksim de Estambul. "Apelo al sentido común de la población", dijo el primer ministro turco, quien justificó el desalojo de la plaza y del parque Gezi en que sus ocupantes insistían en quedarse pese a sus promesas de que cumpliría la voluntad popular respecto al polémico proyecto de reurbanizar la zona.
Desde la irrupción policial en el parque, Estambul y Ankara han sido escenario de continuas protestas y choques con la Policía, y en la ciudad del Bósforo varias marchas tratan de alcanzar Taksim, bloqueada y ocupada por las fuerzas del orden.
"Esto es un proyecto para desestabilizar Turquía. Pero no podrán, no os han tenido en cuenta a vosotros, la mayoría silenciosa", dijo. Así, el primer ministro se defendió de las acusaciones de brutalidad policial contra los manifestantes, vertidas tanto dentro como fuera del país.
"Antes de nosotros, la Policía podía usar la fuerza sin ningún límite. Nosotros vinimos y lo restringimos", dijo en relación a su partido, en el poder desde hace once años. Además, aseguró que durante su mandato se han acabado los malos tratos en prisiones y comisarías y se han levantado las limitaciones a la libertad de expresión y manifestación.
"No podéis manifestaros donde queráis", acusó sin embargo Erdogan, quien insistió en asegurar que se han producido actos de vandalismo durante las protestas y que los hoteles en la zona están vacíos. "¿Quién pagará por ello?", preguntó a sus simpatizantes, que coreaban gritos de "Turquía está orgullosa de ti".
Erdogan volvió a usar los argumentos repetidos desde el inicio de las protestas contra su carácter autoritario: que los medios han manipulado, que los manifestantes eran miembros de organizaciones terroristas o instrumentalizadas por la oposición y que se trata de una conspiración contra él y los éxitos de su Gobierno.
"Las cámaras lo han grabado todo. Los vamos a investigar a todos. Investigaremos los mensajes en los medios de comunicación social. ¿Qué hacían esos extranjeros entre los manifestantes de Taksim?", se preguntó.
Refiriéndose a la multitud de seguidores que le aclamaban, muchos traídos en autobuses públicos para la ocasión, Erdogan aseguró que esa era la imagen de "la Turquía real", en contraposición a la que, acusó, ha mostrado la prensa internacional. "Aquí hay hermandad, solidaridad, piedad y belleza", manifestó.
Erdogan pidió de nuevo a sus seguidores que respondan a las protestas "haciendo explotar" las urnas en las elecciones locales de marzo del próximo año.
Enfrentamientos entre dos bandos
Un grupo de simpatizantes de Erdogan ha atacado a los manifestantes antigubernamentales que huían de la Policía durante las cargas que se han producido en el centro de Estambul, informó el diario 'Hürriyet'.
Según esta fuente, un grupo de unas 30 ó 40 personas, armadas con palos, salieron del barrio de Kasimpasa, feudo del partido gubernamental Justicia y Desarrollo (AKP), y se dirigieron a la calle Istiklal, donde agredieron a manifestantes que huían de una carga policial con gas lacrimógeno. Los individuos persiguieron a los manifestantes hasta la sede local del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP). Una diputada del CHP, Binnaz Toprak, que se hallaba en el edificio, aseguró al citado diario que los agresores se declararon simpatizantes del AKP.