El FMI revisa a la baja sus perspectivas para España y para el mundo

El FMI hace dos grandes previsiones de crecimiento al año (en abril y en octubre) y las modifica puntualmente cuando cree que las circunstancias han cambiado. Ésta es una de esas revisiones, que no entra en muchos detalles (el documento ocupa sólo cuatro páginas) pero deja claro que la situación económica mundial ha ido a peor, y por ello modifica a la baja el grueso de sus previsiones de crecimiento para las distintas economías del planeta.

En su análisis de situación, el Fondo dice que la volatilidad en los mercados aumentó en mayo y junio, que las economías emergentes han crecido menos de lo previsto por distintos factores (entre ellos, una menor demanda externa y una bajada de los precios de las materias primas), y que la Zona Euro ha profundizado en la recesión, en parte por las medidas de ajuste.

España no crecerá en 2014

El resultado: el PIB mundial crecerá en 2013 un 3,1% y en 2014 un 3,8% (frente al 3,3% y al 4% previsto el pasado mes de abril). El Fondo revisa a la baja el crecimiento de la mayoría de las economías, entre ellas España: Aunque la previsión para este año se mantiene igual (-1,6%), la del año que viene se queda en el 0%, frente al 0,7% que preveían en abril. Ninguna otra de las economías avanzadas van revisada a la baja su previsión para 2014 de forma tan abultada: las rebajas del resto se sitúan entre el -0,1% y el -0,3%. Las previsiones del Gobierno español, actualizadas en abril, contemplan una subida del PIB en 2014 del 0,5%.

El Fondo no habla en concreto de España, aunque sí da recetas para el conjunto de la Zona Euro: seguir avanzando hacia la unión bancaria, que sus autoridades sigan con su política de "hacer todo lo que sea necesario" (en clara alusión al Banco Central Europeo, cuyo presidente ha utilizado varias veces expresiones parecidas para poner de manifiesto su voluntad de apoyar la estabilidad de la moneda única) y seguir con las reformas estructurales.

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El Fondo sí que se dirige a dos países en particular para solicitarles un esfuerzo concreto para ayudar al crecimiento mundial: pide a China que tome medidas para aumentar el consumo interno, y a Alemania que haga lo propio para estimular la inversión. A las economías en déficit (como España, a la que no cita), les pide que tomen medidas para incrementar su competitividad.