Ocio y cultura

Ron, salsa y bomba en el Viejo San Juan

Puerto Rico es puro Caribe. Aunque nominalmente sea un Estado Libre Asociado de los EEUU y sus ciudadanos tengan pasaporte norteamericano, la geografía es tozuda y sitúa esta isla verde de playas increíbles en el mar de las Antillas. Hay quien llega a Puerto Rico pensando que un siglo de dominación estadounidense ha transformado esta isla caribeña en algo típicamente yanqui. Pero nada más lejos de la realidad. Como se apresuran a decir los propios portorriqueños, esta isla tiene lo mejor de dos mundos: el bolsillo norteamericano y el corazón latino. Hoy en Cadena Ser Viajes os invitamos a descubrir el Viejo San Juan, la capital de la isla, una de las más hermosas ciudades coloniales de América.

El viajero hispano que se sumerge una noche de sábado por las calles del Viejo San Juan siente que está en territorio cercano, amigo. Hay buganvillas y palmeras, agradables calles peatonales a las que se asoman balcones llenos de flores, casas de planta baja de colores alegres y chillones, mucha gente por la calle, restaurantes que no cierran hasta bien entrada la madrugada, parejas que se dan arrumacos en el malecón que rodea la muralla y mucha música de salsa y de bomba -el son portorriqueño por excelencia-, que traspasa los dinteles de los garitos para inundar las calles de sones caribeños.


Un paseo por el “Viejo San Juan”

Rodeada por una fortaleza amurallada, en la parte más occidental de una isleta rocosa, donde la bahía de San Juan se fusiona con las aguas del Atlántico, se ubica la ciudad vieja, la parte más carismática de la capital y por ende de toda la isla.

En apenas una cuadrícula de siete calles de bloques se concentra un impresionante legado histórico y cultural que le ha valido a esta parte de la ciudad la consideración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Viejo San Juan

Un paseo por sus calles adoquinadas es un auténtico placer. Las viviendas coloniales, perfectamente restauradas y pintadas con colores vivos convierten cada rincón en algo único. Aquí se pueden visitar iglesias hermosas como la de San José o la propia Catedral de San Juan; recoletas plazas como la de Armas, la de Colón, o la plazuela de La Rogativa; castillos y fuertes legendarios como el de San Cristóbal; e incluso un buen puñado de museos, entre ellos el Museo de Arte e Historia de San Juan.

Viejo San Juan2

No obstante, no todo es historia. San Juan cuenta con una de las vidas nocturnas más excitantes de todo el Caribe. Las calles San Sebastián y San Francisco concentran buena parte de los clubes nocturnos más importantes, como es el caso del Nuyorican Café, uno de los lugares más míticos de la ciudad, y donde los puertorriqueños exhiben su don para el baile.


Una fortaleza con mucha personalidad

San Juan, y por extensión Puerto Rico, no sería lo mismo sin una fortaleza del carisma del castillo San Felipe del Morro. En un excelente estado de conservación, “El Morro” es una de las construcciones coloniales de más belleza que dejaron de herencia los conquistadores españoles en todo el Caribe. El inicio de su construcción data de la primera mitad del siglo XVI, sin embargo, no fue finalizada hasta casi 200 años después.

Vista aérea de San Juan

Lo que confiere un carácter especial a esta fortaleza es su ubicación frente al mar, y los impresionantes muros, de unos 140 metros de alto por 4,5 de grosor, que componen el recinto fortificado. De ahí que a San Juan se la conozca como “la ciudad inexpugnable”, ya que sólo conoció los sinsabores de la derrota en una ocasión –cuando fue invadida por tierra -. Hasta el afamado corsario Francis Drake mordió el polvo en un intento de invasión en 1595.

Garrita del Morro de San Juan

Con todos estos ingredientes, no es de extrañar que sea el edificio histórico más visitado de la isla, cerca de dos millones de visitantes pasan por este lugar cada año. Durante la visita se puede caminar por las murallas, y meterse en las míticas garitas de vigilancia, en las que los centinelas hacían las guardias, y que se han convertido en uno de los iconos de la ciudad. También se puede explorar el interior de los seis niveles en los que se dispone el fuerte, perdiéndose por sus pasadizos secretos, entrando a los calabozos, o por las barracas. Un lugar mítico de la visita es la Puerta de San Juan (1630).

Más allá del “viejo San Juan”

A pesar de que la “ciudad vieja” es la joya de la corona, el área metropolitana de San Juan, es decir, los barrios que conforman la gran urbe, cuentan con sus propios puntos de interés. Más de la mitad de la población de la isla se concentra en esta área, y es precisamente donde el estado libre asociado siente con más fuerza la influencia que ejercen los Estados Unidos.

Condado Beach

El barrio de Condado está lleno de casinos, restaurantes, discotecas, y boutiques de lujo como Gucci o Louis Vuitton. Por su parte, los distritos de Ocean Park e Isla Verde, concentran la mayor parte de los resorts y es donde están las playas más concurridas de la capital.

La bohemia de San Juan se puede encontrar en Santurce, el barrio de las finanzas es Hato Rey, y la principal universidad se encuentra en Río Piedras.

San Juan justifica una visita a Puerto Rico, sin embargo, la isla de los boricuas esconde muchos más secretos. ¿Te atreves a descubrirlos?

Anímate y descubre una de las islas más con más historia, con playas preciosas y una naturaleza exuberante. Aprovecha estas vacaciones y reserva tu viaje a Puerto Rico, uno de los mayores movimientos turísticos del Caribe.

 
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