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Silvio Berlusconi: "Ingresaré en prisión"

Silvio Berlusconi, durante una comparecencia en Brescia el 17 de julioEFE/EPA/RICHARD MORGANO

"No me fugaré como hizo Bettino Craxi. Ni aceptaré trabajo social como si yo fuera un criminal que debe ser reeducado. Ingresaré en prisión", ha afirmado Silvio Berlusconi pocas horas antes que el Tribunal Supremo confirme o no la condena a 4 años y 5 de inhabilitación por fraude fiscal.

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La Corte de Casación (Supremo) estudiará el martes 30 de julio las 50 alegaciones en 300 folios que han presentado los abogados defensores, el senador Nicola Ghedini y el conocido penalista Franco Coppi. Su ilustre cliente cuenta con las máximas distinciones estatales de Italia, Arabia Saudí, Bulgaria, Letonia, Malta, Noruega, Polonia, Panamá, Rumania y de la Santa Sede. Sin embargo el que fuera uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo está condenado por el Tribunal de Apelación de Milán por fraude fiscal.

Fraude fiscal monumental

La investigación de la Fiscalía italiana demostró que Silvio Berlusconi había ideado desde 1988 'un mecanismo fraudulento de evasión (...) en la compra y venta de derechos televisivos (...) a través de numerosas sociedades extranjeras" y cuyos beneficios acababan en paraísos fiscales. De esta forma, según la acusación, él y sus colaboradores se apropiaron de los impuestos no pagados hasta 1995: 9 mil millones de liras, 277 millones de dólares, 13,5 millones de francos suizos, 2 millones de francos franceses y medio millón de florines holandeses.

La autoamnistía

Tras ganar las elecciones en el 2001 Silvio Berlusconi decretó con efecto retroactivo la despenalización de la falsedad en balance mercantil con el propósito -según los fiscales- de impedir a los investigadores judiciales el rastreo de grandes cantidades de dinero negro en Suiza, Mónaco y paraísos fiscales del Caribe, equivalentes de 170 millones dólares. Con la nueva ley en vigor la justicia italiana dictó la suspensión del procedimiento contra Berlusconi y los administradores de su grupo de empresas. A ello se añadió la prescripción de los delitos fiscales desde 1988. De hecho la condena que el Tribunal de Casación debe confirmar o no el próximo martes hace referencia exclusivamente al 'mecanismo fraudulento de evasión' de 7,3 millones de euros entre 2002 y 2004.

Dilación hasta la prescripción

De los 20 procesos judiciales a Silvio Berlusconi hasta el 2010 solo uno concluyó con una sentencia de absolución. El resto terminó siempre en prescripción de los delitos o en condena de algunos de sus colaboradores, como los abogados Mills o Dell'Utri, sin que la justicia consiguiera demostrar que obedecían órdenes de Il Cavalliere. Ante la imposibilidad de demostrar la inocencia, los abogados del ex jefe del gobierno italiano han seguido en los últimos años estrategias dilatorias para alcanzar también la prescripción del fraude fiscal, que debería aplicarse parcialmente el próximo 1 de agosto y definitivamente a mediados de septiembre. Los magistrados del Supremo italiano están obligados por ley a dictar sentencia antes de la prescripción y han fijado para el 30 de julio la convocatoria de la audiencia. Para los abogados Ghedini y Coppi es 'una demostración más de la persecución judicial a la que está sometido Berlusconi porque -han afirmado- no les da tiempo de preparar la defensa' a dos días del inicio de las vacaciones de agosto.

Las variables

Son cinco las posibles variables que se barajan sobre la decisión de los magistrados de la Corte de Casación:

1- La audiencia podría suspenderse y fijarse para principios de septiembre como piden los abogados para preparar mejor la defensa.

2- Absolución por falta de pruebas. Sería el mayor éxito para Berlusconi.

3- Reenvío a juicio. El Tribunal podría aceptar algunas de las alegaciones de la defensa para que se repita el juicio en el Tribunal de Apelación (equivalente a las Audiencias en España). En tal caso prescribiría el delito de fraude fiscal de 2002 pero se mantendría las acusaciones por los del 2003.

4- Condena modificada. Los magistrados podrían establecer nuevas penas. La ejecución dependería de los años de condena y de inhabilitación.

5- Condena confirmada. 4 años y 5 de inhabilitación según sentencia de primer grado, ratificada en Apelación.

Si Berlusconi es condenado

Il Cavalliere asegura que no aceptará la pena alternativa de arresto domiciliario ni trabajos sociales como si fuera un criminal que debe reeducarse. Y afirma que está decidido a ingresar en prisión. No parece probable que los magistrados dicten el encarcelamiento de un anciano que cumplirá 79 años en septiembre. Los 4 años de prisión se reducirían a uno en aplicación de beneficios penitenciarios y en tal caso debería cumplir arresto incomunicado en alguna de sus lujosas mansiones. El juez podría ordenar también que le fuera colocado un brazalete de control durante el tiempo de arresto para evitar una eventual fuga al extranjero. Mucho más complicada es la aplicación de la inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos y empresariales. En su condición de Senador de la República el parlamento debería tramitar el correspondiente suplicatorio, que sin duda generaría un debate político tumultuoso y ahondaría en su propia debilidad a la coalición de gobierno de la derecha berlusconiana y de la izquierda democristiana del primer ministro Enrico Letta.

¿Dónde está Berlusconi? Feltri: 'Antes del arresto, se da a la fuga'

Pocas horas antes de la reunión en consejo del Tribunal de Casación se desconocía el paradero exacto de Silvio Berlusconi. No ha sido visto en lugar público alguno el pasado fin de semana. Posiblemente se halla en alguna de sus numerosas casas en Italia, en el Palacio Grazioli (Roma), Palacio Moretta (Venecia), Arcore (Milán), Villa Certosa (Cerdeña), Torno (lago de Como), su castillo de Monteroni (Toscana), Portofino, Lesa, Cernobbio, Lesmo, Taormina o Cala Francesco en Lampedusa. Según su colaborador Vittorio Feltri, director del periódico de su propiedad, Berlusconi no será nunca arrestado. 'Antes se da a la fuga, como hizo Bettino Craxi' -ha declarado en televisión. Es probable también que el ex primer ministro italiano se encuentre de vacaciones en algunos de sus lugares habituales en el extranjero: en el hotel de Malinda (Kenia) o en las lujosas mansiones de su propiedad de Saint Chanf (Suiza), Saint Jhons (Antigua) o Clearwater (Bermuda). Una hipotética extradición desde Suiza sería muy difícil porque él mismo, siendo jefe del gobierno italiano, promulgó una ley que la dificulta. Y Antigua o Bermuda no tienen tratado de extradición con Italia.

 
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