SOS Bebés Robados pide que no prescriban los casos, como el de Adela Alonso Varela
La decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de admitir el primer caso español de bebés robados ha sido acogida con satisfacción por este colectivo, que impulsará todas las denuncias para evitar la prescripción. Insisten en que hay un Crimen Lesa Humanidad que nunca debió producirse en España
Madres afectadas, como la vallisoletana Adela Alonso Varela, confían en que los jueces avancen en el esclarecimiento de aquellos oscuros episodios, que terminaron con sus hijos en manos de otras familias a través de engaños y mentiras
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Adela Alonso Varela, tiene 72 años, pero mantiene intacta su memoria sobre lo que sucedió en el hospital Onésimo Redondo -la antigua Residencia de Valladolid- el 6 de octubre de 1967: aunque tuvo un hijo vivo le dijeron que había fallecido. Sin embargo, desde hace 45 años ella ha mantenido -"antes de surgir todos estos escándalos"- que le robaron a su niño. Junto a su marido ha prestado declaración ante la Fiscalía. Misteriosamente, la documentación ha desaparecido; ni siquiera consta que diera a luz en aquel centro sanitario.
Además, la Asociación Sos Bebés Robados aprovechará el paso adelante que ha dado el Tribunal de Estrasburgo para mantener sus argumentaciones en defensa de la verdad.
El 'robo de bebes' en España empieza al terminar la Guerra Civil. El bando ganador, decide que algunos hijos e hijas de madres republicanas, principalmente las que están ingresadas en cárceles, sean 'quitados al nacer' de sus madres y entregados a familias 'Cristianas', para que sean educados en la Fe Católica.
El contenido de la página web de este colectivo ilustra el pensamiento de algunos dirigentes de la dictadura franquista que aportaron una teoría muy peligrosa.
El psiquiatra español Vallejo-Nájera, aportó la idea de que "las personas defensoras del marxismo, el anarquismo, la igualdad o la libertad tienen una patología que les lleva a defender tales ideales". Como jefe del servicio psiquiátrico militar y, condicionado por su formación en Alemania, experimentó en 1.937 con un grupo de presas de las Brigadas Internacionales de Málaga. Con sus resultados, en 1.939, publicó el libro "Psiquismo del fanatismo marxista" y el artículo "La locura en la guerra. Psicopatología de la guerra española", calificando a las reclusas de débiles mentales. Ser marxista desde la perspectiva franquista, quería decir "que aglutina todas las tendencias políticas que se opusieron al golpe militar".
Vallejo-Nájera, afirmaba que existe un "gen rojo, un gen, que podría ser aplacado o curado si desde el principio se segrega a aquellos que ya no tienen cura de los que todavía están por formar. Es decir, la separación de los hijos de los 'rojos' de sus progenitores",