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Desde 2009 ha aumentado un 20% el número de cuerpos donados a la ciencia

Un entierro cuesta de media 2.500 euros

Desde 2009 ha aumentado un 20% el número de cuerpos donados a la ciencia(THINKSTOCK)

En los últimos años ha aumentado hasta un 20% el número de personas que deciden donar su cuerpo a la ciencia. "Hay universidades que ya no recepcionan cadáveres para las facultades de medicina" asegura, Manuel Rubio Presidente de la Asociación Nacional de Donantes de Cuerpo a la Ciencia, "aunque yo prefiero pensar que este incremento no es sólo por motivos económicos, sino también por un cambio de mentalidad.

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En España no existe ningún registro oficial que contabilice el número de cuerpos donados a la ciencia, ni siquiera un listado único de las personas que tienen esa intención en el futuro. Muchas se ponen en contacto con la Asociación y otras van directamente a preguntar a las universidades de su provincia.

La mayoría de las Comunidades Autónomas cuentan con un 'Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria' que, aparte de controlar los requisitos técnico-sanitarios que deben cumplir las empresas de servicios funerarios, también regula "toda clase de prácticas sanitarias en relación con cadáveres y la obtención de órganos, tejidos y otras piezas anatómicas que no tengan fines terapéuticos, así como el tratamiento de los restos cadavéricos."

Manuel Rubio, Presidente de la asociación que cree que el Ministerio de Sanidad debería crear ya un registro oficial sobre todo para gestionar las peticiones de las diferentes universidades. "Cada una va por libre, dice Rubio, y al final sólo los alumnos de las facultades que tienen dinero pueden realizar sus prácticas en condiciones".

Pese a que no haya registros oficiales, tanto por los datos de las universidades como los de la Asociación el número de donantes no ha dejado de aumentar desde 2009. Esta multiplicación se explica, aparte de por la economía, un entierro supone en España unos 2.500 euros, por la ruptura de tabúes entre sectores cada vez más amplios de población.

Podemos donar nuestro cadáver para investigación o para la docencia. La universidad a la que hayamos realizado la donación se hace cargo de todos los costes. Primero, el traslado a una cámara frigorífica donde los restos permanecen, por ley, al menos 24 horas. Después, depende de para que vaya a servir el cuerpo, si se va a destinar a la instrucción de anatomía para las prácticas de los estudiantes de medicina, se embalsama y se mantiene hasta que vaya a utilizarse. En cambio, si el cuerpo va a la investigación para desarrollar nuevos procedimientos médicos o quirúrgicos se congela. Por último, después de utilizarlo hasta un máximo de cinco años, se incinera. Para las facultades supone un gran esfuerzo económico y de personal, ya que obliga a tener a alguien siempre disponible por si un donante fallece.

Tras su uso para la ciencia, la facultad se hacer cargo del entierro. Si en su declaración no hay ningún deseo concreto, se procede a su incineración.

Si alguien quiere hacerse donante. Un click aquí.

 
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