El PSOE llevará al TC el veto del PP a la interpelación de Rajoy por el 'caso Bárcenas'
PSOE e Izquierda Plural acusan al Partido Popular de secuestrar el Parlamento y esconder al presidente Gobierno
La Mesa del Congreso ha rechazado calificar las interpelaciones registradas por el PSOE y la Izquierda Plural. El PP argumenta que no tienen soporte reglamentario porque no versan sobre un tema de interés general. Los socialistas acudirán al Tribunal Constitucional porque se está vulnerando el derecho de la oposición a ejercer el control parlamentario al Gobierno
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El PP ha vuelto a hacer uso de su mayoría absoluta para vetar una iniciativa parlamentaria de la oposición en relación al Caso Bárcenas. La Mesa del Congreso de los Diputados ha rechazado calificar las interpelaciones registradas por el PSOE y la Izquierda Plural argumentando que no obedecen a una cuestión de interés general. La interpelación del PSOE iba dirigida expresamente al presidente del Gobierno y versaba sobre "la política general del Gobierno en materia de asunción de responsabilidades políticas como consecuencias de las falsedades vertidas en comparecencias ante el Parlamento". La interpelación de la Izquierda Plural iba dirigida al Ejecutivo en general "sobre las posibles repercusiones en la acción del Gobierno por la relación laboral de Luis Bárcenas con el Partido Popular". Ambas formaciones querían que estas iniciativas se debatieran en el Congreso de los Diputados en próximo pleno, previsto para la semana que viene.
"No hay soporte reglamentario"
El secretario primero de la Mesa, el popular Ignacio Gil Lázaro, ha explicado que la fórmula presentada por el grupo socialista "ni se ajusta a la previsión del reglamento ni se ajusta al concepto de política general que establece la Constitución". Tampoco la interpelación registrada por la Izquierda Plural. Se basa el PP para su argumentación en el artículo 181 del reglamento, que fundamenta el ejercicio de la interpelación, y en el artículo 97 de la Constitución que, desde su punto de vista, "da cuerpo al concepto de política general".
Gil Lázaro considera que "el mejor ejercicio para proteger el control parlamentario y para garantizar la igualdad de todos los grupos es, precisamente, aplicar el reglamento" y pide al PSOE que no se inquiete porque, dice, "tiene otros instrumentos" para que se hable del caso Bárcenas, como las preguntas o las peticiones de comparecencias. De hecho, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el secretario general de Izquierda Unida, Cayo Lara, preguntarán el próximo miércoles a Rajoy durante la sesión de control si se reafirma en las manifestaciones vertidas en su comparecencia del pasado 1 de agosto en el Senado sobre su relación con Luis Bárcenas. Ambas formaciones han registrado ya las cuestiones dirigidas al presidente del Gobierno.
La oposición denuncia un secuestro del Parlamento
Los socialistas están convencidos de que su interpelación sí tiene soporte reglamentario y creen que el Grupo Popular está vulnerando la Constitución al impedir todas las iniciativas parlamentarias relacionadas con el caso Bárcenas. "Están bloqueando y secuestrando la actividad parlamentaria. Sin control parlamentario no hay parlamento y sin parlamento no hay democracia", ha dicho el vicepresidente segundo de la Mesa, el socialista Jaime Javier Barrero López. Sostiene el PSOE que existen informes jurídicos de los letrados del Congreso que avalan su tesis. Hoy han presentado en la Mesa un libro titulado "Comentarios al Reglamento del Congreso de los Diputados", en el que esos mismos letrados defienden que la interpelación al Gobierno puede alcanzar a "todo lo que no sea directamente la revelación de un secreto".
La portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, ha insistido en que presentarán un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y ha arremetido contra el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, a quien acusa de ser "la mano longa del Ejecutivo para controlar qué pregunta se le puede hacer y sobre qué se le puede interpelar".
El líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, acusa al PP de querer imponer "una democracia de partido único". Lo que pretenden, dice, "es seguir escondiendo al presidente del Gobierno para que no dé explicaciones del caso de corrupción más importante que se ha producido en toda la historia de la democracia española".