Como cuando un hijo vuelve a casa después de aprobar todas en la universidad, un festín le espera. Así ha sido la vuelta de Nadal a una eliminatoria con España en la Copa Davis. El jugador manacorense, apenas cuatro días después de levantar el US Open, arrasó a Stakhovsky en un partido sin historia Hecho lo difícil, la victoria de Verdasco ante el incómodo Dolgopolov, Nadal saltó a la pista aún con menos presión de la que podría tener. Solo el hecho de enfrentarse a un jugador con el que nunca había jugado podía hacer duda a Rafa. Nada más lejos de la realidad, a la primera: break. La hoja de servicios de Stakhovsky está repleta de sombras que rodean a una brillantísima victoria sobre Federer en Wimbledon. En hierba, es un jugador que ataca, pega plano, saca muy seco, tenía todo a su favor para hacer daño. Sin embargo la tierra de Madrid le deja poco o ningún espacio para la sorpresa. Con su servicio frenado y la obligación de subir a la red para ganar puntos a Nadal, el primer set se le pasó volando entre derechazo y derechazo de Nadal. Nadal no acusó el cambio de superficie, su bola seguía corriendo como lo hizo en Nueva York y también mantenía ese talante ofensivo de toda la gira americana. La altura de Madrid incluso la hizo más dañina que nunca, obligando a Sergiy a pegar muchas veces por encima del hombro. De Rafa se puede apreciar una mejoría apabullante en su revés, seguramente cimentada en la suficiencia de su rodilla, a menor dolor más peso se le puede echar encima y más fuerte se puede pegar. El segundo set fue una demostración de fuerza y poderío. El ucraniano buscaba mil y una soluciones, pero siempre se daba de bruces con la realidad. El segundo 6-0 subió al marcador ante un público boquiabierto, admirando a su jugador pero preocupados por la brevedad que presumía el partido. El 12+1 para Stakhovsky Hubo que esperar hasta el decimotercer juego para que Sergiy Stakhovsky levantara los brazos y celebrara de forma muy efusiva su primer juego. Nadal aflojó, reculó unos metros y fue más condescendiente al resto. Y el jugador de Kiev se creció. Cambió su actitud en la pista y optó por variar más su juega, de subir a la red a las dejadas, de las bolas altas a los reveses paralelos, todo lo que no había hecho en los primeros sets. El tercer parcial se fue hasta el 4-4, las opciones del pupilo de Mikail Filima dependían de su saque, desaparecido en los dos primeros set y renacido en el último momento. Fue el mejor juego del partido, con varios «deuce» y jugadas espectaculares. Y lo ganó el mismo de siempre: Nadal. 6-4 para el español y segundo punto para el equipo de Corretja, que si nada se tuerce, volverá a estar en el bombo del Grupo Mundial en 2014. «El Larguero» | «Carrusel» | «SER Deportivos» | «Hora 25 Deportes» | «Play Fútbol» | «Play Basket» | Más deportes | Fútbol | Baloncesto | Tenis | Fórmula 1