Cigarrillos de vapor, ¿la nueva opción?
Cada vez son más las personas que fuman cigarrillos electrónicos, su consumo supone un ahorro de casi mil euros frente al tabaco tradicional
La ley antitabaco ha supuesto, al menos en sus primeras semanas, un impulso a los productos para dejar de fumar. Parches, chicles y sobre todo, cigarros electrónicos, se han empezado a agotar en las farmacias(Getty Images)
Una investigación en Reino Unido sobre el cigarrillo electrónico ha desvelado que el 76% de los encuestados los utiliza actualmente como sustitutivo del tabaco tradicional. En España ésta práctica está siendo cada vez más extendida entre los fumadores.
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La industria tabaquera y la farmacéutica están en plena disputa por el gran número de adeptos que el cigarrillo electrónico comienza a tener. Cada vez son más las personas que, en lugar de comprar tabaco en un estanco o en el local más cercano, acuden a la farmacia o a las 300 tiendas de tabaco de vapor que hay en España para adquirir este producto. Ya son 900.00 los fumadores en nuestro país que se han apuntado a esta moda pese a que las autoridades sanitarias no recomienden su uso.
Su precio competitivo y sus ventajas, puede fumarse en cualquier establecimiento pues no posee nicotina, han logrado captar a una gran clientela. Cada carga cuesta entre 8 y 14 euros, y puede llegar a durar hasta un mes. Datos tan sorprendentes como que su consumo anual suponga un ahorro de mil euros al año, hace que países como Australia se planteen sustituir completamente el tabaco por el cigarro de vapor.
Pese a ello, son muchos los que se plantean hasta qué punto es sano consumir éste producto pues no queda claro de qué se compone y por qué resulta tan barato. De hecho, es un sector no regulado. Tanto es así, que Bélgica, Hungría y Grecia tienen prohibida su venta.
