JP Morgan, multado con 920 millones de dólares por ocultar pérdidas
El banco llega a un acuerdo con los reguladores de EEUU y Reino Unido. Un banquero español acusado de 5 cargos penales
Fachada de las oficinas de JP Morgan en Nueva York(Reuters)
El mayor banco por activos de EEUU, JP Morgan Chase, ha llegado a un acuerdo para pagar 920 millones de dólares de multa a cuatro reguladores bancarios, por las pérdidas de 6.200 millones de dólares en operaciones de alto riesgo.
El banco ha admitido que fallaron los controles internos y no detectaron las irregularidades que les permitieron ocultar las pérdidas en el escándalo conocido como Ballena de Londres.
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El acuerdo resuelve las investigaciones de cuatro reguladores bancarios. El banco pagará 300 millones de dólares al Controlador de la Moneda (OCC), 200 millones a la Reserva Federal (FED) y el regulador del mercado bursátil (SEC) y 220 millones a la autoridad financiera de Reino Unido.
Como parte del acuerdo, JP Morgan admite haber violado las leyes federales de seguridad de EEUU.
El escándalo se originó el año pasado, cuando la oficina de JP Morgan en Londres admitió pérdidas multimillonarias en el mercado de derivados. El director ejecutivo, Jamie Dimon, describió los problemas como una "tempestad en una taza de té".
Dos ex banqueros de la institución, el español Javier Martín-Artajo y el francés Julien Grout se enfrentan a cargos penales por haber ocultado las pérdidas.
Fallos de supervisión
En un comunicado, la SEC dice que hubo fallos en los controles internos y la supervisión de los responsables. El regulador subraya que el propio banco ha admitido los cargos.
"JP Morgan falló en vigilar a sus inversores y sobrevaloraron una cartera de inversiones compleja para esconder pérdidas masivas", dijo George Canello, de la SEC. Aseguran que JP Morgan cometió "fallos demostrados que penetraron en todos los niveles de la firma: desde el nivel de inversiones a los altos directivos".
"Los altos directivos fallaron en responder apropiadamente emitiendo señales de alarma de que estaban en problemas. Cuando las cosas comenzaron a ir mal, la firma no despertó lo suficientemente rápido para el tamaño y la escala de los problemas. Lo que es peor, agravaron los problemas al no ser transparentes y cooperativos con nosotros como reguladores", señalan.
Derivados financieros
La operación -conocida como 'la Ballena de Londres'-, que ha supuesto pérdidas de 6.200 millones de dólares, consistió en una serie de inversiones en derivados de alto riesgo para proteger a la firma de una posible desaceleración global de la economía.
JP Morgan tiene miles de millones de dólares en bonos corporativos. En caso de que, en época de crisis económica, las empresas no pudieran pagar su deuda, los bonos perderían su valor. Para mitigar esa posibilidad, JP Morgan compró seguros de impago -los conocidos como credit default swaps- que ganarían valor si los bonos lo perdían. El año pasado, con una economía que se comportaba mejor de lo esperado, el banco decidió que había comprado demasiados seguros. En lugar de venderlos, decidió cubrirlos con otros derivados financieros en los que apostaban porque la economía continuaría mejorando. Esta vez los inversores se pasaron en su optimismo.
El banco culpó a la jefa de la oficina de inversiones, Ina Dre, que tuvo que dimitir. La ejecutiva había ganado más de 15 millones de dólares en cada uno de los últimos dos años. Pero la imagen del director ejecutivo, Jamie Dimon, se vio seriamente perjudicada. Dimon dice ahora que el banco "acepta la responsabilidad y reconoce los fallos desde el principio". "Hemos aprendido de nuestros errores y hemos trabajado para solucionarlos. Seguiremos esforzándonos para ser considerados el mejor banco-en todas las medidas- no sólo por los accionistas y clientes, sino también por nuestros reguladores", añade en un comunicado. "Desde que ocurrieron estas pérdidas, hemos hecho numerosos cambios que nos han hecho más fuertes, más inteligentes y una mejor compañía".
