¿Se afronta todo con la misma alegría?

El editorial del director de 'La Ventana' en el arranque del programa.

No sé si ustedes lo sabían pero disponemos de un presidente del gobierno que como científico no tiene precio. Mariano Rajoy grabó una muesca de su biografía política con la tragedia del Prestige y aquella frase de los "hilillos de plastilina". Más tarde acrecentó su leyenda depreciando los informes sobre el cambio climático con la famosa alusión a su primo. Y hoy, desde Japón, ha afirmado rotundo "que los temores sobre Fukushima son infundados".

Así que uno piensa ¿qué sabrá Rajoy que no sepan científicos de todo el mundo a quienes sí preocupa, y mucho, lo que pueda ocurrir en esa central nuclear? O sea, ¿es necesario hablar con tanta ligereza de algo que no se controla? A un político, y menos a un presidente, no se le puede pedir que sea Superman, pero sí que se rodee de los mejores y que no le dejen decir cosas así. Porque claro, ¿qué deben estar pensando, por ejemplo, en Vinarós, en Benicarló, en Alcanar, qué deben estar pensando con sus terremotos y el depósito submarino de gas? ¿Se afronta todo con la misma alegría? Esperemos y deseemos que no.