Un grupo de camioneros españoles, 'atrapado' en Sierra Leona desde enero

Un grupo de seis camioneros españoles pide apoyo para salir del laberinto jurídico en el que están atrapados en Sierra Leona desde principios de año. Abandonados por el empresario valenciano que les llevó a trabajar en una mina local, sobreviven con la ayuda de sus familias, mientras piden un mayor respaldo de Exteriores ante su indefensión.

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Su historia parece la de unos trabajadores que, castigados por la crisis, decide hacer verbo lo del espíritu 'emprendedor', y llevar la 'Marca España' por el mundo, a un continente en expansión. Pero el desenlace muestra más bien los riesgos que asumen muchos autónomos y pequeños empresarios cuando cruzan fronteras, con un escaso respaldo oficial.

José Mocholi, un veterano del transporte en Valencia, recibió a mediados de 2012 la propuesta de un empresario, también valenciano, para emprender carrera nada menos que en Sierra Leona. Jaime Aznar, de Aznar Quarrying Logistics (AQL), ofrecía a un grupo de seis camioneros españoles su buen hacer para trabajar en la minería en ese país africano. Ellos ponían mano de obra y sus vehículos; él, junto con un socio local, Tamba Abu Ghondo, la logística, los trámites ante las autoridades y la perspectiva de trabajo por tres años.

Los seis camioneros llegaron a Freetown en enero de este año, acompañados por Aznar. Pero según el relato de los camioneros, tardó cinco días en marcharse y dejarles solos. El primer problema surgió cuando sus pasaportes quedaron en manos de un intermediario, que supuestamente debía encargarse de tramitar sus permisos de residencia y trabajo. Todavía hoy siguen sin haber recuperado esos pasaportes.

Aunque trabajaron durante varios meses -como se había pactado- al servicio de una minera, nunca llegaron a cobrar. Las disputas entre los dos socios, el español y el sierraleonés, llevaron a que sus camiones hayan sido embargados por un juez, y el dinero pagado por la empresa minera, dedicado a resarcir la deuda con la empresa española.

José y sus compañeros están desde entonces 'atrapados' en este embrollo. Si se marchan, piensan que tendrían pocas posibilidades de cobrar por su trabajo y, sobretodo, de recuperar sus camiones. Quedándose, ven cómo se consumen primero sus ahorros, y luego los de sus familias. "Es el pan de nuestros hijos", dice José al teléfono, explicando que sobreviven gracias al apoyo de un español que lleva casi medio siglo viviendo en Sierra Leona, y que incluso les paga el alojamiento.

Preguntado por la SER, el ministerio de Exteriores dice estar al tanto de la situación, y a disposición del grupo de camioneros. Pero poco más. José cuenta que se han reunido con el embajador español (que se desplaza desde Costa de Marfil, donde está la embajada), pero que ni ha conseguido que recuperen sus pasaportes, ni ofrece ayuda económica. "La mujer de un compañero, que está pasando por su tercera malaria, ha intentado que le lleven a España, pero dicen que no tienen fondos para eso".

Abandonados, y cada vez en peores condiciones, dicen que AQL, la empresa de Aznar, ha incumplido el contrato. Una copia de ese documento, en manos de la Cadena SER, muestra que se incluyen cláusulas que precisamente debían haber protegido a José y sus compañeros de toda esta situación. Esta redacción ha ofrecido a AQL dar su versión de los hechos, sin haber recibido respuesta.

La respuesta que muchos les dan, en cambio, es que tienen que ir a los tribunales."¿Cómo vamos a ir a los tribunales si ningún abogado va a querer trabajar para alguien que no tiene dinero?", respuesta de José en nombre del grupo, que añade a esto la inseguridad jurídica en un país que, aunque ha mejorado mucho tras dejar atrás su guerra civil, sigue en un puesto destacado en los índices de corrupción de Transparencia Internacional.

Incluso después de tantos meses, su prioridad no es volver a España, sino poder completar su compromiso, trabajando con sus camiones, para ayudar a esas familias que han dejado en España haciéndose emprendedores.