El bautizo de los Duques de Cambridge rompe la tradición de los Windsor

Es el paso obligado de todo futuro rey de Inglaterra: su bautizo. En 1926 la entonces bebé, y ahora reina Isabel II, salía en brazos de su niñera hacia la capilla privada del palacio de Buckingham. No se hizo en la Sala de Música, porque ella no iba a heredar, en aquel momento, la corona. Pero 22 años después ya era reina y su hijo sería rey. Así que se siguió todo el protocolo. Ceremonia oficiada por el arzobispo de Caterbury en el Palacio Real. Imagen para la posteridad de un bebé completamente dormido y una Isabel II como pocas veces hemos visto, incapaz de ocultar su alegría. Tampoco pudo ocultar su llanto el príncipe Guillermo en 1982. Sólo encontró consuelo en brazos de su madre, quien, metiendo un dedo en la boca del pequeño, logra calmarle, un tiempo. Será este miércoles ese pequeño que acompañó a su hermano quien celebre el bautizo de su hijo. En unas horas conoceremos todos los detalles reales. Y una imagen que hará historia.