Economia y negocios

El Gobierno se queda solo en la reforma de las pensiones

La ministra de Empleo defiende el proyecto argumentando que es necesario para la supervivencia del sistema

En el primer trámite parlamentario, la oposición critica con dureza el proyecto del Gobierno que desligará la revalorización de las pensiones de los precio

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La reforma de pensiones del Gobierno, que cambiará la revalorización anual de las pensiones, ha pasado su primer trámite parlamentario entre las críticas y el rechazo de la oposición al completo. La mayoría del PP ha tumbado las ocho enmiendas a la totalidad que habían presentado el resto de los grupos, pero el debate ha evidenciado que nadie quiere acompañar al Ejecutivo en un proyecto que supondrá la merma del poder adquisitivo de los pensionistas en los próximos años. La ministra ha defendido la reforma echando mano del argumento del miedo: si no se aprueba, ha argumentado, el sistema de pensiones corre peligro. Mientras, el PSOE ha dejado claro que derogará la reforma cuando gobierne.

Fátima Báñez dedicó más del 80% de su intervención, de media hora, a pronosticar la caída del sistema si no se acomete la reforma que propone el Gobierno. El proyecto, aseguró, "pretende devolver a la sociedad la confianza en el futuro del sistema". "Lo que debatimos es qué vamos a hacer ahora en España para salvar el sistema público de reparto de todas las amenazas", afirmó, para añadir "cada minuto de retraso en la adopción de medidas supone un coste en términos de estabilidad para el sistema en el futuro". Repitió la idea en distintas formas hasta la saciedad: "El sistema necesita de estos instrumentos para asegurar su viabilidad, no se mantendrá si nos cruzamos de brazos", insistió.

Este énfasis de Báñez forma parte de un cambio de estrategia del Gobierno en relación con las pensiones que ya se apreció a comienzos de octubre. Hasta entonces, el Gobierno defendía su reforma de las pensiones subrayando ideas como que, con la nueva fórmula de revalorización, las pensiones no se van a congelar nunca más, siempre subirán como poco un 0,25%. Pero desde que ha quedado claro que ese 0,25% va a ser también, con toda probabilidad, lo que subirán las pensiones en los próximos años, haciendo perder por tanto poder adquisitivo a los pensionistas porque los precios subirán más, Báñez centra sus intervenciones en la necesidad de la reforma para mantener el sistema.

La oposición rechaza el alarmismo

El resto de grupos no acepta este mensaje, y acusa al Gobierno de aprovechar una crisis coyuntural para hacer cambios estructurales en el sistema; es decir, para cambiar su naturaleza. Varios portavoces de la oposición argumentaron que lo que pretende el Gobierno, al sembrar la inseguridad, es favorecer a los sistemas privados de pensiones. "[Este Gobierno] insiste en continuar recortando mientras impulsa el sistema privado, que es el gran negocio de la banca", aseguró en el debate Olaia Fernández Davila (BNG). "Van a atentar contra la joya de la corona de la clase obrera, que es el sistema público de pensiones, y todo al servicio de los tiburones financieros, agazapados en la troika", afirmó Joan Tardá (ERC).

Pero la oposición se sirvió también de otros argumentos. Señalan que el nuevo sistema de revalorización empobrecerá a los pensionistas al hacerles perder poder adquisitivo. "Esas pocas décimas de inflación que durante unos cuantos años los pensionistas van a perder implican llevarlos hacia el rincón de la pobreza", dijo Carles Campuzano (CiU). También enfatizó la oposición la soledad del Gobierno en esta reforma: "Está sola, señora ministra. Ustedes tienen la mayoría, pero tienen la soledad. Y esta soledad es un déficit de legitimidad a la hora de afrontar una reforma de estas características", le reprochó a Báñez el diputado Emilio Olabarría (PNV).

El PSOE derogará la reforma

La diputada socialista Magdalena Valerio cerró su intervención subrayando que "cuando cambie la mayoría política en este país, se va a cambiar esta ley. Será de las primeras cosas que hagamos: derogar esta ley", clamó entre los aplausos de la oposición. Precisamente los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CCOO) están manteniendo una ronda de contactos con los distintos grupos políticos pidiéndoles que se comprometan a echar abajo la reforma cuando cambie el ciclo político, una petición ante la que están encontrado una "recepción favorable", asegura Carlos Bravo, Secretario de Protección Social de CCOO.

Con todo, de momento la reforma seguirá su tramitación parlamentaria después de haber superado este debate de totalidad en el Pleno del Congreso. Ahora entrará en Comisión para pasar después al Senado. El Gobierno espera tenerla aprobada antes de final de año.

 
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