Susana marca el camino

Zapatero, cuya herencia reivindica ahora el PSOE, dice que con Díaz empieza la "cuenta atrás" y la "renovación" de un partido que espera a las primarias.

Los hay que la miran con admiración. Otros con recelo. Se diría que incluso hay algunos que, dentro del partido, la miran con temor. El caso es que todos la miran y por eso han venido a Granada, para participar en un congreso en el que se extiende la idea de que Díaz es la persona con la que los socialistas empiezan un nuevo tiempo. "La renovación del PSOE se vuelve a gestar en Andalucía", ha dicho Elena Valenciano, comparando esta etapa con la que llevó a Felipe González a La Moncloa. "Con Susana como secretaria general y con el partido con ganas renovadas, empezaremos la cuenta atrás para recuperar lo que tenemos que merecer: la mayoría de este país", suscribía Zapatero.

No hay discurso en Granada, en el congreso que ratificará el relevo de Susana Díaz por José Antonio Griñán al frente del poderoso PSOE andaluz, en el que no aparezca la palabra 'renovación'. La ha utilizado el expresidente Zapatero para pedir a sus compañeros que apoyen a Díaz. Dice que con ella empieza la renovación y rescata una frase de John Fitzerald Kennedy que Carme Chacón ha tuiteado de inmediato: "El cambio es ley de vida. Quien sólo vive el pasado y el presente, perderá el futuro". "El futuro es tuyo -le diría luego a la presidenta de la Junta-, lo mejor está por llegar".

La reivindicación de Zapatero -de cuyo legado tomó distancia crítica el partido por la crisis económica- es una de las sorpresas del Congreso. El expresidente fue ovacionado por el plenario (más de 2.000 personas) y Elena Valenciano clamó que la herencia recibida, de la que tanto habla la oposición, consta también de una sanidad y educación públicas, las pensiones, las becas, la igualdad y hasta el fin de ETA. "Quiero chulear y presumir de presidente", dijo el todavía vicesecretario de los socialistas andaluces, Mario Jiménez, que dejará de ocuparse del partido para ceder su puesto a Díaz, dispuesta a controlar el gobierno y la federación más fuerte del PSOE.

El congreso de Granada es el de mayor afluencia en la historia del PSOE andaluz. Han venido gentes de todos los territorios, barones, dirigentes federales y expresidentes. Falta Felipe González, que excusó su ausencia por un viaje. Están los supuestos aspirantes a primarias, menos Patxi López que envía a Rodolfo Ares por una cuestión familiar, según se ha dicho en el plenario. Eduardo Madina no ha querido a la entrada hablar de primarias ("ahora toca ir avanzando a futuras citas, y las próximas son las europeas; todo por partes"), mientras Carme Chacón proponía tomar nota ("hoy tomamos una enseñanza más en un camino de unidad y renovación que apunta el socialismo andaluz"). Este congreso certifica "el relevo tranquilo", señalaba Juan Fernando López Aguilar.

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Todo son flores para Susana Díaz. Es su día. Acaba de llegar a la presidencia de la Junta y parece que tenga todo el poder en sus manos. "Cuanto más mande, mejor", dijo Rubalcaba. Pero esos halagos corren el riesgo de desaparecer en cuanto el poder desgaste. "Todos los elogios que estáis haciendo hoy de la compañera Susana se los tendréis que hacer cuando lleguen las críticas más duras". Eso dijo Zapatero. Y lo decía como si supiera de lo que estaba hablando.