Sociedad | Actualidad
LA DEROGACIÓN DE LA 'DOCTRINA PAROT'

Miquel Ricart sale de la cárcel tras la orden de la Audiencia de Valencia

El único procesado por el triple crimen de Alcàsser sale en libertad tras 21 años preso, en aplicación del fallo de Estrasburgo que deroga la 'doctrina Parot'

El único condenado por el triple crimen de Alcàsser ha salido de la prisión de Herrera de La Mancha, en Ciudad Real, después de que la Audiencia de Valencia ordenara su excarcelación en aplicación del fallo de Estrasburgo sobre la 'Parot'. / ATLAS

La Audiencia de Valencia ha declarado cumplidas las penas impuestas al único condenado por el triple crimen de Alcaàsser, Miquel Ricart, y acuerda su inmediata puesta en libertad. Con la cabeza cubierta con una capucha, ha abandonado en un taxi el presidio, donde nadie le esperaba en la puerta, salvo un nutrido grupo de periodistas.

Según el Tribunal Superior de Justicia valenciano, la sala desestima las peticiones de las partes, que pedían el mantenimiento de la aplicación de la 'doctrina Parot' a Ricart, encarcelado en Herrera de la Mancha (Ciudad Real).

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Fue el único procesado por el triple crimen de Alcàsser, Miquel Ricart, que cumplía condena de 170 años en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), ha salido en libertad tras 21 años preso, en aplicación del fallo del Tribunal europeo de Estrasburgo que deroga la doctrina Parot.

El crimen de las niñas de Alcàsser

La crónica del conocido como 'caso Alcàsser' arranca el 13 de noviembre de 1992 con la desaparición de las menores Miriam García, Toñi Gómez y Desireé Hernández, que fueron vistas por última vez cuando iban desde Alcàsser, donde residían, a la discoteca Color de la vecina localidad de Picasssent, a la que nunca llegaron.

El 27 de enero de 1993, 75 días después de su desaparición, dos apicultores que caminaban por el paraje de La Romana, de difícil acceso y cercano a la presa de Tous, descubrieron los cuerpos semienterrados de las tres menores y se abrió el conocido como 'caso Alcàsser'.

Los cuerpos fueron traslados al Instituto Anatómico Forense para realizarles la autopsia, que finalizó con la conclusión de los forenses de que Miriam, Toñi y Desireé fueron torturadas y violadas antes de morir de un disparo.

Al día siguiente del hallazgo de los cuerpos fueron detenidos varios sospechosos, entre ellos Miquel Ricart, que confesó su participación en los crímenes, y Enrique Anglés, hermano de Antonio, principal sospechoso que había aprovechado un permiso penitenciario para darse a la fuga y desde entonces se desconoce su paradero.

Tras casi cuatro meses, 49 vistas judiciales y la comparecencia de un centenar de testigos, el 5 de septiembre, la Audiencia Provincia condenó a Ricart a 170 años de prisión por el rapto, violación y asesinato de las tres menores.

 
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