Hasta la semana pasada, «Punto pelota» -con sus aciertos y errores- era el programa referencia de tertulia futbolística en televisión. Su modelo comenzó a ser imitado, contaban con colaboradores muy mediáticos en el ámbito del periodismo deportivo y su dominio en las redes sociales era abrumador. Todo eso cambió totalmente tras el despido Josep Pedrerol, alma máter del programa hasta ese momento. El miércoles pasado, más de un telespectador habitual de «Punto pelota» quedaba sorprendido al sintonizar, como cada noche, Intereconomía y descubrir que ese programa nada tenía que ver con el que él seguía de manera habitual y que estaba presentado por Josep Pedrerol con Tomás Roncero o Siro López como colaboradores. Unas horas antes, se conocía la noticia del despido de Pedrerol por parte de Intereconomía y cómo se les prohibía la entrada a en las instalaciones de la cadena al habitual equipo del presentador y periodista catalán. La relación entre la cadena y Pedrerol ya había llegado a unas altas cotas de insostenibilidad debido a la deuda que ésta mantiene con la productora de Pedrerol (encargada hasta la fecha de producir «Punto pelota». Una deuda que ascendía a unos 600.000 euros correspondientes a 6 meses de impagos. Con ese despido comenzó una nueva etapa para «Punto pelota» y un descalabro que está yendo más allá de las cifras de audiencia. Ese mismo miércoles, el primer día en que lo presentaba Carlos García Hirschfeld, ya se produjo el primer bajón importante: 1,7% de share. Pese a que «Punto pelota» lideraba frente a su gran rival -«Tiki taka» en Energy marcó un 1,4%-, se alejaba mucho de los habituales datos del programa que solían ir entre el 3% y 4% de cuota de pantalla. En esa misma semana, y con Pedrerol, el lunes «Punto pelota» marcó un 3,4% y el martes un 2,9% en la última emisión de la era Pedrerol. El jueves el programa se hundió por completo al no llegar ni tan siquiera al 1%. Marcó un paupérrimo 0,9% de share y se marchó de puente hasta el lunes. Había que restructurar muchas cosas en este nuevo «Punto pelota». El lunes, «Punto pelota» se quedó en un 1% mientras que «Tiki taka» llegaba hasta el 2,3%. Y este martes, «Punto pelota» consiguió un 1,1%. Intereconomía demanda a Pedrerol Pero esa alarmante pérdida de audiencia del programa de Intereconomía no ha sido lo único negativo que le ha rodeado tras el despido de Pedrerol. A los problemas para encontrar rostros que acompañen a Hirschfeld se añaden la mala imagen que se desprende de las acusaciones entre unos y otros y todo lo que está rodeando a este culebrón. Tal y como ha comentado Pedrerol en su cuenta oficial de Twitter, su ex cadena ha interpuesto una demanda contra él: «Me dicen que el empresario moroso JULIO ARIZA me ha demandado...» Según informa El Confidencial Digital, la cadena de Julio Ariza se querella contra Pedrerol al considerar que éste ha agraviado a Intereconomía con cierto tipo de comentarios y también le reprocha ofensas contra los trabajadores de este medio. La cantidad reclamada en esta demanda asciende a 1,5 millones de euros. Por otro lado, Josep Pedrerol también anda estudiando interponer una demanda contra Intereconomía por despido improcedente. Entre tanto, Pedrerol parece andar de gira post despido y ya ha aparecido en varios programas de cadenas rivales a Intereconomía como 13 TV. Ahí visitó el plató de «El cascabel», programa presentado por otro ex de Intereconomía, Antonio Jiménez («El gato al agua»), en el que rebeló que tiene algún proyecto que desarrollar y cuyo nombre será «El chiringuito». También ha pasado por el nuevo programa de Buenafuente en La Sexta, «En el aire». Al sainete que se ha montado en torno a «Punto pelota», la presentadora Marta Simonet le ha colocado la guinda que le faltaba. Fichada esta semana y anunciada con todos los honores como la nueva co-presentadora del programa, junto a Hirschfeld, debutó este martes y unas horas después, Prnoticias avanzaba que Simonet ha decidido abandonar el barco. Las razones de su adiós tras su debut han sido, según este medio, «la desorganización y el descontrol del programa». Bajos resultados de audiencia, mala imagen y grandes problemas para encontrar colaboradores que se unan a este nuevo proyecto de Intereconomía. Ha bastado menos de una semana para hacer estallar todo lo que el anterior equipo de «Punto pelota» logró, paso a paso, en más de cinco años.