El crucigrama cumple un siglo
El crucigrama cumple un siglo
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¿Cuántos nombres bíblicos, oficios, reyes perdidos, batallas, mitología o letras del alfabeto griego hemos aprendido gracias a los crucigramas? Sus versiones más arcaicas existen desde hace miles de años, pero el crucigrama moderno, tal y como lo entendemos ahora, nació un 21 de diciembre de 1813. Un siglo atrás en el calendario, a un inglés afincado en Nueva York llamado Arthur Wynne, le encargaron que ideara un juego para el periódico New York World; y, recordando un entretenimiento de su niñez, creó el primer crucigrama de la historia con forma de diamante y sin casillas negras, que eso vendría después. El nuevo juego se llamaba algo así como "palabra cruce", pero al poco tiempo y cuando el éxito ya era considerable entre los lectores del diario, un error tipográfico dejó el nombre de "crucigrama" para siempre. Durante los diez años siguientes este juego de palabras se convirtió en una sección fija. El primer libro de crucigramas, -tan populares en cualquier medio de transporte hasta que los gadgets barrieron con todo-, se publicó en 1924. Y a partir de ahí empezó a viajar por el resto de América, Europa y más tarde Asia. Primero a bordo de los suplementos dominicales. Después entre las páginas de los diarios. Al crucigrama lo acompañan una larga familia de variedades que se inspiraron en las palabras para nacer: el Dámero maldito, surgió 20 años más tarde, y rozando ya los años 50, el famoso Scrable. La penúltima secuela conocida es el adictivo Apalabrados que en ocasiones sirve incluso para conocer gente: se ha convertido en otra clase de red social, muy popular, -cuentan-, en el Congreso de los Diputados.
Toñi Fernández
Edición Hora 14, sección de reportajes, Hoy por Hoy reportajes, Gerente de comunicación y jefa de prensa...