Aprender a montar en bici a los 60
Visitamos dos escuelas de Valencia y Santiago de Chile que enseñan a montar en bici a personas que nunca pudieron disfrutar de este deporte
Es prácticamente imposible contemplar en algún lugar público cómo un adulto ensaya sus primeros pedaleos encima de una bicicleta. A muchos les daría vergüenza. Hay personas que nunca aprendieron a montar en una bici porque era un lujo o porque han vivido en una sociedad machista donde los hombres eran los que habitualmente disfrutaban de este deporte. En otras ocasiones, el miedo a caerse de este vehículo o a enfrentarse al tráfico urbano han desmotivado a los ciudadanos.
Analizamos dos proyectos, el Aula de la Bici, en Valencia, y Macleta, en Santiago de Chile, que han ayudado a muchas personas, sobre todo mujeres, a subirse al sillín de la bici.
Más información
"Aprendí a pedalear con 61 años y me siento otra persona"
Doris nunca pudo aprender a montar en bicicleta porque "éramos una familia muy humilde, con pocos recursos y no disponíamos de medios para comprar una bicicleta. Aparte de eso, yo era un poco miedosa", recuerda.
Se decidió a vencer ese miedo y acudió a la Asociación Macleta (Mujeres arriba de la "cleta"-bicicleta-) que se creó hace 10 años en Santiago de Chile para incentivar este medio de transporte entre las mujeres chilenas. Ahora, Doris sólo ve ventajas a este vehículo. "Salgo a pedalear tres o cuatro veces a la semana y es fantástico. Me relajo, descargo energía y me ayuda a bajar peso", asegura esta mujer chilena.
El embrión del proyecto Macleta surgió bajo el primer mandato de Michelle Bachelet (2006-2010) con el nombre de "Ciclistas por Bachelet". El objetivo era aumentar el número de mujeres que recorrían en bicicleta las calles chilenas, apenas un tercio del total de ciclistas. Diez años después, el porcentaje ha aumentado hasta el 53%.
Patricia Vargas, psicóloga y coordinadora de Macleta, recuerda que, en Chile, hay diferentes asociaciones de ciclistas desde hace muchos años pero ninguna se enfocaba a las necesidades de la mujer. "Ellas hacen trayectos más cortos que los hombres. Normalmente son de menos de 3 kilómetros, y se mueven para llevar a los niños al colegio o hacer diversos trámites".
Además, existían otros problemas. "Provenimos de una sociedad machista donde los padres no dejaban montar a sus hijas porque les daban miedo las calles solitarias o el horario nocturno", recuerda la doctora.
La Asociación trabaja ahora con los diferentes gobiernos locales para crear "zonas 30 (velocidad limitada a 30km/h) en las ciudades. Aun así, afirma "el cambio de infraestructuras en la ciudad no es suficiente. Hay que promover un cambio cultural en las mujeres porque ellas son el rol promotor en la ciudad".
¿Cómo se enseña a un adulto a montar en bicicleta? La experiencia del Aula de la Bici
El Aula de la Bici se abrió en Valencia hace tres años y ha enseñado a más de trescientas personas, la mayoría mujeres. Su objetivo es promover la movilidad sostenible y que los ciudadanos circulen en bici con mayor seguridad.
La presidenta del Aula, Belén Calahorro, cuenta que la técnica de aprendizaje se centra en trabajar la confianza del alumno. Además, es importante mantener la paciencia y practicar mucho. "Tratamos de eliminar las barreras mentales, los miedos, la vergüenza a ser visto mientras se aprende".
La profesora comenta que todas las personas que se acercan al aula tienen un miedo inicial a no conseguir el equilibrio adecuado. En cuanto a la vergüenza, les afecta más a los hombres pero el trabajo en grupo consigue eliminar las reticencias.
Beneficios inmediatos cuando se monta en bicicleta
La experiencia para los alumnos de esta escuela es muy beneficiosa. La web recoge testimonios personales que demuestran cómo la superación de los miedos aumenta la autoestima. "Siempre pensé que, si no aprendí de pequeña, jamás lo conseguiría. Veintiséis años de mi vida perdidos", confiesa una de las exalumnas.
"Poder montar en bici les da un chute de autoestima- asegura Belén Calahorro. La mayoría son mujeres que consiguen, de repente, una independencia para sus tareas cotidianas: ir al trabajo en bicicleta o acercarse al huerto familiar sin necesidad de pedir favores".
Muchas de las alumnas de Belén superan la cuarentena y le suelen comentar que, en su familia, la costumbre era regalar la bici a los chicos y otros juguetes a las chicas. "No es tanto machismo como una cultura sexista que superprotegía más a las niñas para evitar situaciones inseguras", concluye la profesora.
Nieves Goicoechea
La mayor parte de mi carrera la he desarrollado en la radio. También “conocí el poder por dentro” como...