Viajes + vino + cine: la ecuación perfecta
Russell Crowe, exitoso hombre de las finanzas, llega a Francia dispuesto a vender unos viñedos que le han correspondido en herencia, pero la magia de otro estilo de vida más sosegado y el amor le cambian la vida. El guión es un tanto ñoño y previsible, pero los paisajes de la Provenza enamoran hasta al más duro de corazón.
Charlie Arturaola, el mejor sumiller del mundo, pierde repentinamente el paladar durante un concurso internacional de cata en Mendoza. Esta insólita situación sirve de punto de partida para una entrañable road-movie que lleva al protagonista por los viñedos argentinos en busca de la esencia de su profesión, con el anhelo de que eso le devuelva su herramienta de trabajo.
Un clásico entre los clásicos. Dos amigos cuarentones y de personalidad muy dispar inician un viaje de una semana por el valle vinícola de Santa Ynez, en California, antes de la boda de uno de ellos. Un hito en el cine enológico-viajero. Sales del cine con irresistibles ganas de descorchar un buen Pinot Noir y lárgarte de viaje a California. Ganó un Oscar ese año.
Una fotografía preciosista, unos paisajes de ensueño de los valles californianos de Napa y Sonoma, la música de Maurice Jarre y una sublimación idílica del vino, la vendimia y el mundo que le rodea como fuente de felicidad hacen de este drama familiar un pasatiempo recomendable para los que adoran las historias de amor imposible.
Un concurso-cata de vinos sirve de excusa para enfrentar a dos mundos y dos culturas gastronómicas totalmente opuestas: la europea y la estadounidense. Una película simpática, basada en un hecho real, que nos enseña París y el valle californiano de Napa desde la mirada de los amantes del buen vino.
No es un largometraje sino un documental filmado a mano con una pequeña cámara digital sobre el negocio del vino, su cultura, sus estrategias de ventas, la estandarización de la industria y su futuro. Recorre viñedos y bodegas de EEUU, Francia, Italia y Argentina.
Una comedia francesa que narra las aventuras y desventuras de tres amigos que se comprometen a llevar a París unas barricas de Beaujolais nouveau, el vino joven más famoso de Francia, que según la tradición llega siempre a los mercados el tercer jueves de noviembre.
Una intriga en torno al robo de un valioso collar de diamantes que envuelve a un comerciante de vinos (Jack Nicholson) y a su alcohólica mujer, con localizaciones de Miami, los cayos de Florida y Little Havana como decorados de la trama.
No es cine, sino un producto para la televisión, pero... ¿cómo olvidar la mítica serie de los 80 que enseñó a toda una generación, además de para qué se usaba el ácido tartárico en una bodega, cómo de malos-supermalos podían ser unos y de buenos-superbuenos otros en una familia de cosecheros californianos: Angela y Richard Channing dejaron huella.
