Medio millar de personas piden la dimisión del alcalde de Valladolid en la Catedral

Más de medio millar de personas han pedido la dimisión del alcalde de Valladolid Francisco Javier León de la Riva, en una concentración frente a la Catedral Metropolitana de Valladolid, por aprobar el proyecto de obras para poner un ascensor en la Torre Sur del edificio, al considerar que el gasto de casi un millón de euros previsto es "desmesurado, particularmente en momentos en los que las necesidades sociales acucian y el presupuesto público se recorta en materias de primera necesidad".

Así se ha manifestado la concejal de Izquierda Unida, María Sánchez, que ha pedido al Alcalde que reconsidere esta decisión. Lo mismo han solicitado otros colectivos, como Ecologistas en Acción o la Federación de Asociaciones de Vecinos Antonio Machado.

Según consta en el Convenio de Colaboración entre el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León, el Arzobispado de Valladolid y la Asociación 'Amigos de la Catedral', el gasto total de la obra es de 952.578,63 euros en "la accesibilidad y adecuación para la visita pública de la torre Sur" de la Catedral de Valladolid. De esa cantidad, el Ayuntamiento se compromete a aportar 610.504,85 euros, y la Junta de Castilla y León otros 300.000 euros, según consta en el Convenio de Colaboración entre ambas entidades, el Arzobispado de Valladolid y la Asociación "Amigos de la Catedral".

Los colectivos aseguran que está en manos del equipo de gobierno municipal modificar dicho convenio, como ha hecho con otros basándose en la situación económica excepcional que vivimos. De hecho, recuerdan en un comunicado que, el propio vicario de la Diócesis de Valladolid, Luis Argüello, manifestó que el Arzobispado "estaría dispuesto a sentarse y ver las posibilidades que se presentan para la reconsideración del proyecto del ascensor de la catedral" por las dificultades económicas que se atraviesan.

Durante la protesta se leyó un manifiesto en el que se recordaba que cuando los poderes públicos no demuestran tener claro qué es prioritario y qué puede esperar la ciudadanía tiene la obligación de recordárselo". A su juicio, estas obras son "un despropósito y una frivolidad", así como "un insulto a quienes la administración hoy dice que no tiene medios para solucionar sus problemas de vivienda, de dependencia, de salud o incluso de comida".