Un testigo confirma que los ultras de Blanquerna gasearon a los asistentes
La declaración judicial de uno de los asistentes al acto revela que al menos uno de los asaltantes arrojó "un spray" cuando el grupo salía del recinto
El último testigo que ha declarado en la investigación del asalto ultraderechista a la librería Blanquerna en Madrid el pasado día de la Diada ha reconocido ante el juez que al menos uno de los acusados arrojó un gas que causó problemas de respiración y visión a los asistentes. Se trata de la última prueba solicitada por las partes, a la espera de que el juez reciba el listado de llamadas y mensajes de los teléfonos móviles de los 19 imputados.
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La investigación sobre el asalto a la librería Blanquerna en la Diada por parte de integrantes de distintos grupos de ultraderecha atraviesa sus últimos compases. A la espera de que la Policía reciba el registro de llamadas y mensajes de los imputados, el juez instructor del caso ha tomado declaración a un último testigo que ha confirmado que los asaltantes arrojaron un gas cuando abandonaban el recinto, provocando problemas de respiración y visión a los asistentes al acto. En su declaración, a la que ha tenido acceso la Cadena SER, el testigo no sólo aclara que escuchó el sonido del spray con claridad, sino que pudo ver cómo uno de los asaltantes sacaba un bote cuando se disponían a salir del recinto, y "vio como iba pulsando un spray dirigido hacia el suelo, en la posición para evitar que le afectase a él y a sus compañeros".
A continuación, el testigo describe los efectos del spray, parecidos a los que relataron los médicos la misma noche del suceso: "Una sensación muy agresiva de no poder respirar y los ojos congestionados, la persona que estaba a su lado se dobló porque no podía respirar, fue un momento de pánico en la sala". Se trata de un extremo que todavía no había sido confirmado completamente por ninguno de los testigos en este procedimiento, y que los acusados negaban. La misma noche del asalto, los médicos señalaron que era muy posible que se hubiera arrojado "algún tipo de gas tipo pimienta", aunque no precisaron la procedencia de estos gases.
Este testigo señaló también ante el juez, coincidiendo con testimonios de otros afectados que han pasado por el juzgado, que "le pareció que era un movimiento coordinado y pensado", y que cuando los asaltantes se retiraron lo hicieron "ordenadamente, por orden de la persona que parecía ser el jefe", el mismo que según su declaración arrojó el spray. Se trata de un testimonio que desmonta parte de la estrategia de defensa de los acusados, que señalaron que estos gases no fueron arrojados por ellos sino por los guardias de seguridad y, según su versión, escoltas de los políticos que se encontraban presentes en el acto.
Últimos pasos de la investigación
La declaración de este testigo ante el juez supone uno de los últimos pasos de la investigación de estos hechos, según han informado fuentes jurídicas a la Cadena SER. Sin más declaraciones programadas o solicitadas por las partes, el juez instructor se encuentra a la espera de recibir por parte de la Policía un listado de las llamadas y mensajes de texto de los teléfonos móviles de los asaltantes ese día, con el objetivo de confirmar si existió una asociación previa al ataque. Un procedimiento judicial en el que hay 19 imputados, la mayoría integrantes de distintos grupos y partidos de ultraderecha y varios de ellos con antecedentes penales, y en el que el juez observa de forma indiciaria delitos de lesiones, daños, amenazas y coacciones.