Sindicatos y oposición ven "positivo" el dato de paro pero alertan de la precariedad

"Menos paro y más empleo estable son síntomas claros de una mejora y del inicio de la recuperación", aseguraba la ministra de Empleo, Fátima Báñez, tras conocer los datos del paro este miércoles. Sindicatos y oposición se muestran más cautos y señalan que los nuevos contratos afianzan la precariedad del empleo en nuestro país y no posibilitan un horizonte de estabilidad a medio plazo.

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, califica de "positivo" el dato de reducción del desempleo de marzo, aunque ha pedido "mesura" en su valoración porque el paro evoluciona a un ritmo muy lento: "Tardaríamos 16 años en recuperar los niveles de empleo previos a la crisis y casi tres décadas en alcanzar los de afiliación a la Seguridad Social", señalaba.

Toxo también ha señalado que hay "cada vez menos personas con cobertura de desempleo" -por lo que ha pedido al Gobierno que "la prioridad pasen a ser las personas" y que se instaure una renta mínima garantizada- y que el 93,5 % de los nuevos empleos son temporales, "muy asociados a los efectos de la reforma laboral".

En la misma línea, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, reconoce que el descenso en 16.620 personas del paro registrado son datos "positivos", pero que vienen acompañados de otros "preocupantes". Señala que, aunque ha caído el paro y se ha creado empleo neto, se debe estar "muy vigilante", porque hay otros indicadores que "contrarrestan" el dato positivo global.

Por su parte, el portavoz económico del PSOE en el Congreso, Valeriano Gómez, se ha congratulado por la caída del paro en marzo pero ha recordado que "la inmensa mayoría" de nuevos contratos son "precarios e inseguros, sin derechos en buena medida y que ni siquiera servirán para evitar el empobrecimiento de las clases medias". "Son los empleos basura de la reforma laboral de Mariano Rajoy que este Gobierno está convirtiendo en norma para hoy y, lo que es peor, en norma para el futuro", ha añadido.

Su compañero de partido, Óscar López, también apuntaba la precariedad y se preguntaba si Rajoy o sus hijos se expondrían a un trabajo en esas condiciones.