Adios al 68

Debajo de los adoquines no estaba la playa, pero sí una vocación política transguesora y europeista. Aquel joven que se enfrentaba con cara de sorna a los antidisturbios en el Boulevard Saint Michel de París ha pasado a la pequeña historia del siglo XX como Dani "el Rojo", pero su actividad durante los últimos 20 años en el Parlamento Europeo le sitúa como un agitador fundamental de la construcción europea. Su doble nacionalidad franco-alemana y su verbo fluido en cualquiera de las múltiples lenguas que domina, han hecho de Daniel Cohn-Bendit un puente permanente entre Francia y Alemania. De hecho, ha sido eurodiputado verde por ambos países. A esta condición dual, añade una superación sistemática de las barreras ideológicas para poder colaborar con todo aquel que sea europeista y democrático.

A sus 69 años, Cohn-Bendit se retira de la política activa y se vuelca en su otra pasión: el fútbol. Será asesor de un canal de televisión durante el Mundial de Brasil. Pero antes, nos deja su legado en forma de libro electrónico con el evocador titulo "Dibújame Europa", en alusión a la frase del Principito. En él se identifica con otro eslogan del 68: "seamos realistas, pidamos lo imposible".