Panamá para aventureros y también para hedonistas

Islas paradisíacas, playas vírgenes, aguas turquesas, plantaciones de café, densos bosques tropicales, regiones montañosas, fondos marinos de extraordinaria belleza, junglas impenetrables, volcanes, flora y fauna, pueblos indígenas, rascacielos…, y hasta una gran vía de comunicación entre los dos grandes océanos del planeta. Esto es Panamá. Una franja ístmica salvaje e indómita apta, tanto para intrépidos aventureros, como para hedonistas sin remedio.

Canalizando todas las virtudes del país más meridional de Centroamérica, repasamos los 10 imprescindibles de un viaje a Panamá. Estos son.

 1. PANAMA CITY

La capital de Panamá presume de ser la más moderna y cosmopolita de todas las ciudades de Centroamérica, contando con una población que supera los 800.000 habitantes. Fundada en 1519 por el noble segoviano Pedro Arias Dávila, la ciudad cuenta con suficientes atractivos como para dedicarla al menos un par de días. Su principal reclamo es su casco antiguo, uno de los mejores ejemplos de ciudad colonial española y que forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Asimismo, cuenta con unas interesantes ruinas del primer asentamiento de la ciudad antes de que fuera saqueada por el pirata inglés Henry Morgan en 1671 y con un bello camino para hacer en bicicleta, la Calzada del Amador, que une varias islitas de la Bahía de Panamá.

No obstante, si lo que se busca es una panorámica de toda la ciudad, lo mejor es subirse al Cerro Ancón y observar los numerosos rascacielos del skyline panameño.

2. CANAL DE PANAMÁ

Una de las obras de ingeniería más grandiosas jamás realizadas por la mano del hombre es esta gran vía marítima que comunica el Atlántico con el Pacífico, acortando los viajes en barco de 21.000 km a 8.370 km. y evitando el temido y peligroso paso del sur. El Canal es visita obligada en cualquier tour por el país, siendo el centro de visitantes de Miraflores su punto de acceso más accesible y el más adecuado para conocer el funcionamiento de las esclusas y la historia del Canal. Este verano celebrará su centenario, puesto que fue inaugurado un 15 de agosto de 1914.

3. ARCHIPIÉLAGO de SAN BLAS

Compuesto por más de 365 islas e islotes, de las que tan solo 80 están habitadas, el archipiélago de San Blas se enmarca dentro de la comarca autónoma de Guna Yala, en la costa atlántica oriental del país. Gobernado y gestionado por los indios kuna, un pueblo indígena muy arraigado a sus costumbres y tradiciones, San Blas sigue siendo uno de los lugares más paradisíacos del mundo gracias a que los kuna han impedido la llegada masiva de los resorts hoteleros. Sus playas de arena blanca, sus aguas transparente y una cultura indígena muy rica, son sus principales reclamos.

4. PARQUE NACIONAL de COIBA

Otra de las joyas naturales del país centroamericano es este parque nacional Patrimonio de la UNESCO desde 2005. Situado en aguas del Pacífico, al sur de la provincia de Veraguas, el parque comprende las islas de Coiba, Rancherías, Jicarón, Jicarita, Afuerita, Canal de Afuera, Uvas, Contreras y Brincanco; así como una de las áreas de extensión marina protegida más extensa de planeta (216.543 hectáreas). Las playas, la pesca y sobretodo el submarinismo son los principales atractivos de este lugar, Coiba cuenta con un rico fondo marino que permite observar abundantes peces de colores y tiburones de arrecife.

5. VOLCÁN BARÚ

Subir a la cima del Barú (3.475 metros) supone alcanzar el punto más elevado de Panamá y ascender al volcán más alto de Centroamérica. Sin embargo, su ascensión no conlleva demasiada dificultad. Desde la localidad de Boquete, en la provincia de Chiriquí, sale el sendero más cómodo. Hasta la cumbre hay unas cinco horas de subida a través de una reserva ecológica de frondosa vegetación. Se hace necesario llevar guía, víveres y ropa de abrigo, ya que en la parte más alta, baja la temperatura.

6. SELVA del DARIÉN

La espesa región selvática del Darién marca el final de Centroamérica y el comienzo de América del Sur. Pocos panameños se adentran en la frondosidad de esta jungla virgen infestada de hordas de mosquitos y otros insectos que a finales del siglo XVII se merendaron (literalmente) a más de 2.500 escoceses que intentaron dominar un territorio indómito.

Declarada en 1981 Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO, no es sencillo moverse por este bosque tropical. No obstante, la mejor opción es contactar con la Autoridad Nacional del Ambiente, en El Real, la localidad desde la que se accede al parque. Se trata del único lugar de todo el continente americano en el que se corta la carretera Panamericana, hallándose en su interior la frontera entre Panamá y Colombia.

7. BOQUETE

En las tierras altas de la provincia de Chiríqui se halla este espectacular valle que algunos han bautizado como la Suiza panameña. La ciudad de Boquete, de poco más de 22.000 habitantes, es la base de operaciones para caminar por las montañas o hacer excursiones a otros puntos de interés de esta área, como: el Bajo Boquete, Los Naranjos, Caldera y Palmira. La mayor parte del territorio está a una altura superior a los 800 metros lo que favorece que las temperaturas sean mucho más agradables que en el resto del país y que las noches sean frescas. Este factor explica el hecho de que en las laderas de las montañas se cultive café y flores, los productos estrella de Boquete.

8. ARCHIPIÉLAGO de las PERLAS

En torno a 39 islas y unos 100 islotes componen otro de los archipiélagos más exuberantes con los que cuenta Panamá en su costa Pacífico. Su nombre procede de la gran cantidad de perlas que producían los moluscos en época colonial, y aunque ahora la preciada esfera nacarada escasea, sus islas siguen ofreciendo otro tipo de tesoros. Aunque la isla del Rey es la más grande con diferencia y la más habitada es San Miguel, la afluencia de turismo es mayor en Contadora, isla que desde los años 60 ha funcionado como un gran resort turístico.

Sin embargo, si lo que se pretende es buscar una isla más auténtica con excelentes playas de arena dorada y aguas color turquesa, Saboga es la más apropiada. 

9. PARQUE NACIONAL de SARIGUA

Aunque algunos creen ver en los paisajes de este lugar un desierto, la realidad es bien distinta. El Parque Nacional de Sarigua se localiza en la desembocadura de los ríos Santa María y Parita, en la costa pacífico. En sus 4.730 hectáreas de extensión hay manglares, zonas costeras y áreas de albinas, es decir extensiones que parecen desérticas pero que en realidad son frágiles ecosistemas boscosos que fueron deforestados por la acción del hombre en la segunda mitad del siglo XX. El parque se encuentra en la región más árida de Panamá y es único en este tipo de paisajes desnudos de vegetación que por momentos recuerdan al Dead Vlei de Namibia, un bosque milenario en el desierto del Namib.

10. BOCAS del TORO

Posiblemente el destino más sonado y turístico del país. Limitando con la frontera costarricense y bañado por las cálidas aguas del mar Caribe, Bocas del Toro lleva años siendo el lugar preferido de los hedonistas que viajan hasta Panamá. Colón, Bastimentos, Popa, Cristóbal, Cayo de Agua, Cayo Zapatilla y Cayo Carenero son sus islas más conocidas, pero hay muchas más. El sol, la playa, la arena, e incluso la fiesta, están garantizados en este paraíso.

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