Al final siempre gana Alemania

La selección de Alemania no fallará a su decimosexta cita consecutiva con los cuartos de final de la copa del mundo. Algo en lo que casi todos confiaban, pero que durante el encuentro muchos dudaron que fuese a ocurrir. Argelia demostró que en este Mundial nada se puede dar por hecho e hizo sufrir de lo lindo a los germanos. Solo en la prórroga pudieron derrotar a los norteafricanos, que lo dieron todo sobre el campo.

El encuentro entre Alemania y Argelia estaba llamado a ser el más desequilibrado a priori, pero como bien afirman los sabios del fútbol, vender la piel del oso antes de cazarlo suele ser un error grave. Y Argelia salió con ganas de demostrar que el oso no solo no estaba cazado, sino que estaba con ganas de fiesta.

El inicio atrevido y fulgurante de los norteafricanos sorprendió a todo el estadio. Las internadas de Ghoulam por banda, la omnipresencia de Feghouli y la capacidad de cazar balones en zonas peligrosas de Slimani hicieron estragos en la zaga germana que bien echaba de menos al griposo Hummels.

Manuel Neuer tuvo que salir a tapar en un par de ocasiones de Slimani porque su defensa, algo adelantada, dejaba demasiado espacio a su espalda. De hecho, el delantero del Sporting de Portugal llegó a meter un golazo de cabeza, pero estaba algo adelantado y lo anularon por fuera de juego.

Comenzó a venirse atrás Mesut Özil para intentar conectar con Toni Kroos y darle así mejor salida de balón a Alemania, pero aun así Argelia estaba muy bien plantada sobre el terreno de juego y dejaba pocas opciones de juego a los germanos. Faouzi Ghoulam estuvo cerca de lograr el tanto tras una gran jugada de combinación, pero el remate del carrilero del Nápoles se marchó levemente desviado.

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Solamente Özil intentaba cosas diferentes en Alemania. De hecho, un chut lejano del futbolista del Arsenal estuvo cerca de convertirse en el primer gol, pues Rais M'Bolhi no blocó bien y por poco no llegó un atacante rival. Respondió rápido el conjunto de Halihodzic por medio de Mostefa, cuyo chut lejano se envenenó tras tocar en un par de zagueros, aunque finalmente el balón salió a saque de esquina.

Poco antes del descanso, Alemania pudo llevarse una mínima ventaja, pero Rais realizó una buena doble parada a disparos de Kroos y Götze. Hubiera sido inmerecido, pues el conjunto argelino estaba siendo muy superior a los alemanes, aunque el desgaste físico comenzaba a notarse y los jugadores de Argelia cada vez corrían menos.

Joaquim Löw, consciente de que no podía verse una segunda mitad como la primera, introdujo a André Schürrle por un desaparecido Mario Götze. El inicio alemán fue ilusionante a la par que efímero, pues en seguida Argelia volvió a tener la iniciativa. Soudani perdonó en una contra el que pudo ser el primer gol del partido, y acto seguido, Schürrle tuvo su primera ocasión tras un gran centro de Manuel Neuer, pero Ghoulam llegó rápido para desviar a saque de esquina.

El partido estaba siendo excepcional hasta el momento. Alemania ya dominaba y empezaba a ver el partido que todos esperaban, pero Argelia se sentía crecida y con opciones y no renunciaba a nada. Y menos con Rais en pleno estado de forma. El guardameta estaba cuajando una muy buena actuación, y encima se sacó una de las paradas del Mundial al tapar a mano cambiada un chut de Lahm desde la frontal.

No pudo continuar Mustafi a causa de una lesión, y Joaquim Löw decidió meter a Sami Khedira y situar a Lahm de lateral derecho para intentar dar mejor salida de balón. Aun así, el partidazo de Argelia seguía siendo sublime, con Slimani como estrella principal. De hecho, de no ser por un avispado Manuel Neuer, el delantero argelino hubiese festejado algún que otro gol. La última del portero del Bayern fue con la cabeza en la frontal, justo antes de que Slimani llegase a controlar un balón en largo de Ghoulam.

El partido estaba llegando al tramo final con los nervios a flor de piel en la grada y con emoción a raudales e infinidad de ocasiones sobre el verde de Beira Rio. Rais empezaba a convertirse en una leyenda argelina al volver a parar un testarazo de Müller dentro del área pequeña y salvar nuevamente a su equipo. El ritmo del encuentro estaba siendo espectacular a pesar de la cantidad de minutos que acumulaban las piernas de los futbolistas, pues más que un partido de fútbol parecía de tenis. Todo un ida y vuelta que acabó sin goles al final de los 90 minutos y que por lo tanto, se convirtió en la tercera prórroga del Mundial.

Aun así, la alegría argelina por forzar la prórroga duró poco. La primera jugada de ataque de la selección de Alemania acabó con una buena asistencia de Müller y un sensacional taconazo de Schürrle para romper la imbatibilidad de Rais. No obstante, el cuadro de Halihodzic, lejos de venirse abajo se fue a lo loco a por el empate, una igualada que estuvo cerca de lograr Mostefa en un saque de esquina, pero el gol se quedó a pocos centímetros del palo.

El esfuerzo físico de los jugadores estaba siendo excepcional, hasta tal punto que toda una máquina de importante ingeniería alemana como Bastian Schweisnteiger tuvo que pedir el cambio acalambrado. En el último minuto, Mesut Özil parecía sentenciar el billete para cuartos con un buen gol, aunque Djabou le puso algo de picante al final. Pero al cuadro argelino le faltó algo de tiempo para lograr la machada y Alemania terminó imponiéndose. Quince mundiales consecutivos llevaba Alemania estando en cuartos de final, y con esta victoria sobre Argelia ya suma dieciséis, lo que aumenta si cabe el mérito de los norteafricanos.

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