Pamplona despide San Fermín 2014 entonando el 'Pobre de mí'
Miles de personas con velas encendidas se citan frente al ayuntamiento pamplonés para despedir esta edición de los sanfermines
Doce de la noche: Pamplona. Con el 'Pobre de mí' los pamploneses se despiden de los San Fermines del 2014. Nueve días de fiestas que concluyen en la plaza del Ayuntamiento cubierta de un manto rojo. Iluminados por la luz de las miles de velas, toca guardar los 'pañuelicos' y esperar al año que viene. / ATLAS
Los Sanfermines de 2014 han finalizado esta medianoche con el tradicional acto del Pobre de mí, en el que miles de personas, con velas encendidas, han mostrado su pesar por la conclusión de las fiestas de este año.
Conforme se acercaba la medianoche, pamploneses y visitantes se han ido reuniendo en la plaza consistorial y calles adyacentes del casco viejo, mientras que los miembros de las peñas de mozos se daban cita en la cercana plaza del Castillo.
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Cuando el reloj de la Casa Consistorial de Pamplona ha dado las doce de la noche, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, se ha dirigido a los congregados desde el mismo balcón en el que el 6 de julio se lanzó el chupinazo anunciador de las fiestas.
"Pamploneses, pamplonesas, se han acabado las fiestas de San Fermín. Gracias a vosotros hemos disfrutado unos días inolvidables, de las mejores fiestas del mundo. Ahora toca guardar los pañuelos y esperar a las fiestas de 2015, porque ya falta menos para San Fermín", es la frase con la que el alcalde, acompañado por los concejales y otras autoridades e invitados, ha despedido las fiestas de este año.
En ese momento, todos los presentes, como marca la tradición de las fiestas, han encendido las velas, se han quitado el pañuelo rojo del cuello y lo han alzado sobre sus cabezas mientras entonaban la célebre melodía del "Pobre de mí, pobre de mí, que se han 'acabao' las fiestas de San Fermín".
El estruendo de una traca final en la cercana plaza de los Burgos ponía el colofón a ocho días y medio en blanco y rojo. Mientras, en la Plaza del Castillo, los mozos de las peñas entonaban también el Pobre de mí, agachados y con las pancartas rozando el suelo para mostrar su tristeza.
Sin embargo, de inmediato volvían a saltar y a bailar expresando sus deseos de fiesta con los cánticos del "Ya falta menos" y "Uno de enero, dos de febrero..." con el que se reinicia la cuenta atrás para los próximos Sanfermines.
Han sido muchos los que también se han dirigido esta noche a la iglesia de San Lorenzo, donde se encuentra la capilla de San Fermín, para dejar allí atado a una verja su pañuelo rojo.