Los Alpes irrumpen para ser los jueces del Tour

El Tour de Francia 2014 está siendo uno de los más emocionantes de los últimos años. No hay día en el que la desgracia de las caídas no afecte a un hombre importante del pelotón, lo que hace que el espectador se mantenga pegado al televisor día tras día. Hombres como Cavendish, Froome, Contador o Talansky ya han dicho adiós, y por si fuera poco, llegan los Alpes para endurecer aún más la carrera

Hasta ahora las etapas de la ronda gala han sido más rompepiernas que de alta montaña, lo que ha permitido que las diferencias entre los hombres de la general todavía no sean definitivas. Pero tal y como están las cosas, estas dos etapas alpinas pueden tanto decidir la general como igualar todo.

Sin duda Vincenzo Nibali es el gran favorito a acostarse líder del Tour el sábado por la noche, pero evidentemente hay hombres como Alejandro Valverde, Tejay Van Garderen o Richie Porte que, sabiendo de las bajas de Froome y Contador, son conscientes de que están ante una oportunidad única en su carrera profesional.

Porte tiene a todo el Sky detrás suya para arroparle en estas dos etapas y se presenta en Los Alpes como el gran rival de Nibali. El australiano reconoció que Los Alpes iban a ser "cruciales" en la lucha por la victoria final, lo que puede entenderse como una manera de afirmar que va a presentar batalla. Luego lo que las piernas, el clima y las caídas dejen sobre el asfalto es ya otra historia.

Valverde es la gran baza que le queda a los españoles para intentar que el Tour vuelva a hablar castellano. Con la baja de Contador, el murciano sabe que está ante su oportunidad de su vida e intentará dejarlo todo en estas dos etapas para llegar a los Pirineos con sus opciones intactas.

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Dos etapas, dos finales en alto

Las dos etapas alpinas de esta edición del Tour acabarán con finales realmente exigentes. Como la gran mayoría de las jornadas de alta montaña, el recorrido no estará repleto de cotas, pero las que hay son de una dureza severa. Este viernes, la etapa finaliza en Chamorousse, puerto de categoría especial, de 18,2 kilómetros, con una pendiente media de 7,3% y llegando a tener una pendiente máxima del 12%. Una auténtica salvajada para terminar una jornada en la que 'el tío del mazo' tiene previsto hacer su primera gran aparición.

Antes de esa cota tan exigente, los ciclistas deberán superar otra de tercera categoría y una de primera, el Col de Palaquit, de 14,1 kms. Y sin tiempo para descansar, el sábado llega otra etapa realmente dura. Tres puertos, dos de primera categoría y un 'Hors Catégorie', dejarán a los corredores con pocas ganas de fiesta cuando se bajen del sillín.

Las ascensiones de la última etapa alpina no tienen tanta dureza como las del viernes, pero son puertos largos y que siempre pican hacia arriba. Tanto el Col du Lautaret, como el Col d' Izoard y el Risoul podrían sentenciar a más de un ciclista e incluso otorgar la victoria antes de tiempo a algún corredor que más bien podría venir de otro planeta.

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