Se divierten. Se lo pasan bien trabajando. Y eso que están trabajando más que nunca; dicen. Hay complicidad entre Andreu Buenafuente y Berto Romero. Están presentando la segunda temporada de su programa de laSexta, «En el aire», que vuelve el próximo lunes 22 en el late night. Es la franja de Buenafuente, su parcela. Y Andreu, con mucho acierto, decidió compartirla con Berto formando una pareja indispensable en ese tipo de televisión que no busca a todos los públicos. Mientras Andreu acapara la atención y entiende que para todos «En el aire» sea«el programa de Buenafuente», Berto escucha a su lado. Toda la rueda de prensa es un cóctel de irreverencias, ironías, bromas, absurdeces y afirmaciones serias. Es el problema de juntar a estos dos tipos: uno termina desconociendo cuándo están hablando en serio o cuando se están quedando contigo. Están a las puertas de la nueva temporada de «En el aire». Se les nota ilusionados. Habrá nuevas secciones, habrá más cabida para la improvisación (en la Cadena SER han dado muestras de su talento improvisando en su programa «Nadie sabe nada») y habrá nuevos colaboradores (Javier Coronas, El Sevilla, Loulogio, Eduardo Aldán...) que se unen a los rostros de la temporada anterior. Berto bromea con que Andreu nunca le deja hablar, que siempre habla por los dos y que él es quien maneja el programa a su antojo. Le gusta asumir su condición de pequeñito en esta pareja. Pero Berto Romero es un tipo grande. De esos talentos que solo pueden salir de El Terrat o que solo El Terrat sabe descubrir allá donde estén . Vive para el humor -para su humor- y acepta cualquier reto que lo ponga a prueba su ingenio. En esta ocasión el reto no es complicado: tendrá que responder a las preguntas de esta entrevista de la manera más absurda. Puede decir lo primero que se le pase por la cabeza, puede contestar con una respuesta que no tenga nada que ver con la pregunta, puede mentir, puede imitar... o puede hacer lo más absurdo que haría un rostro televisivo delante de un micro: ser sincero. Se desconoce cuál es el origen y el sentido que da Berto Romero a sus respuestas en esta entrevista. Lo que sí queda claro es la brillantez del entrevistando ante tamaña absurdez. Estáis Andreu y tú todo el rato haciendo referencias al polígono en el que está el plató de «En el aire». ¿Te consideras un poligonero? Sí. Me voy a hacer tatuajes. Me voy a hacer un lagarto muy grande que tendrá su cabeza en mi cara y la cola en mi pene. Me recorrerá todo el cuerpo, girando alrededor mío... como una boa. ¿Cómo se mentaliza uno cuando está a las puertas de cumplir 40 años? No hace falta. Te lo dice la gente. Viene alguien y te dice: «¡has llegado a los 40!». Y tú, que estabas pensando en mierdas -como siempre- dices «¡No me jodas!» Dice Buenafuente que te estás convirtiendo en un gran actor de comedia en cine... [Carcajadas] Eso dice... Tú sabes que es un cómico, dice tonterías. Ponlo entre comillas. ¿Cuándo supiste que eras gracioso? De pequeño, cuando un día, mi abuelo señaló el castillo de Cardona desde casi un kilómetro y me dijo: «¿Ves aquel reguero de hormigas que va de esa pared a aquella otra?». Y yo le dije: «No, abuelo, pero oigo los pasos». Ahí todo el mundo dijo que valía para esto. ¿Alguna vez te has sentido personalmente o profesionalmente «en el aire»? He tenido la inmensa suerte de no haberme sentido en el aire a partir de 2003. Antes de 2003 [resopla], sí. No estaba en el aire, estaba en la estratosfera; pero desde que empecé en esto, he tenido la suerte de... Esto no ha sido absurdo. Lo siento. Si quieres me tiro un cuesco... para contrarrestar. La Casa Real está como está... [interrumpe] ...la Casa Real siempre ha estado como ha estado... lo que pasa es que ahora, de repente, todo el mundo se ha dado cuenta... ¿Fichar de colaborador a [Javier] Coronas es un intento de darle un nuevo enfoque a los temas de la monarquía? ¡Ojalá Coronas se hubiera casado con Elena! Ni Marichalar, ni mierdas. Coronas. Aquel hombre hubiera entrado allí y hubiera puesto todo en orden. Soy muy fan de Coronas... ¡Y de Elena, qué coño! ¿Por qué si nadie sabe nada todo el mundo habla de todo en Twitter? Porque hablar es gratis, tío. Si a ti por cada tuit te pidieran un céntimo, ya verías tú cómo iban a volar las hostias... ¿Crees que este gobierno escribe artistas con «h»? Perdona, ¿qué gobierno? ¿Tienes miedo de arrancar la segunda temporada de «En el aire» después de una primera tan buena? No, no. ¡Qué va! ¿Quién ha dicho que la primera temporada fue buena? [Risas] Ahora es cuando, por fin, vamos a hacerlo bien. ¿Le pedirías a Andreu la independencia o el único separatista es Évole? Estoy como Schwarzenegger en «Desafío Total». ¿Recuerdas que se metió en aquella empresa y le llenaron la cabeza de mierdas? Entonces él se levantó y dijo «¡hijos de puta! ¿Qué ha pasado?» y mató gente y todo... porque le habían hecho un lío. A mí me han hecho lo mismo. Todos estos meses y años en los medios de comunicación hablando del tema han convertido mi cabeza en un pajar. No tengo ni idea. Entonces, ¿no te separarías de Buenafuente? Ni nos hemos juntado. Es una pareja de hecho. Dado que Mariló Montero es la presentadora que más gracia nos hace en televisión... [interrumpe] ... porque tenéis muy buen criterio. ... ¿Por qué no la ficháis? No, porque Mariló Montero tiene que brillar con luz propia en su propio espacio. Y yo, honestamente, creo que le queda pequeño el programa. Necesita más horas de directo y necesita más canales emitiendo su programa a la vez. Y un satélite para ella sola. Honestamente te lo digo. Y para terminar, y ya que te has quejado durante la rueda de prensa de que Buenafuente siempre habla en nombre de los dos, ¿cuándo vas a hablar tú en nombre de Andreu? [Ríe] No tengo ninguna necesidad de hacerlo. Me encanta que hable él solo porque así la caga él solo. Que cada palo aguante su vela... y él aguante nuestras dos velas.