El calvario de las renovables en España
En 2013, España se convirtió en el primer país donde la eólica fue la mayor fuente de energía
España se sitúa en el puesto número 22 de los países más atractivos para invertir en renovables, según el ranking que elabora anualmente la agencia Bloomberg y que a mediados de la primera década de este siglo la situaba en posiciones destacadas con Alemania.
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España se sitúa en el puesto número 22 de los países más atractivos para invertir en renovables, según el ranking que elabora anualmente la agencia Bloomberg y que a mediados de la primera década de este siglo la situaba en posiciones destacadas con Alemania. Aunque en toda Europa ha bajado la inversión global, en nuestro país este descenso se justifica por una modificación sustancial del marco legal que en 2007 el gobierno de Zapatero impulsó mediante un sistema que garantizaba el cobro de una determinada retribución durante toda la vida útil de la planta termosolar, eólica, fotovoltaica...
Atraídos por la retribución y su garantía extendida en el tiempo, miles de ciudadanos particulares pero también empresas y sociedades invirtieron en energías renovables. El Gobierno socialista consideró que se estaba generando una "burbuja especulativa" que decidió pinchar en 2010 al aprobar durísimos recortes a la retribución fijando un límite máximo de horas de producción. Sólo en la fotovoltaica, esta modificación supuso una disminución de los ingresos del 28%.
Tras ganar las elecciones, el gobierno de Rajoy completó la drástica rebaja de rentabilidad de las renovables con un impuesto a la generación de electricidad del 7% y un cambio de criterio de la retribución a partir de 2013, que suponía otra 3% menos. La puntilla para muchos productores particulares vino con la reforma eléctrica que recorta otros 1700 millones la retribución para este tipo de energías.
El propio sector bancario ha pedido al Banco de España que suavice las provisiones destinadas a los proyectos de energía renovable porque la deuda asciende a 20.000 millones en el caso de firmas españolas y a 40.000 si se añade la deuda extranjera.
Pese a esta situación, España mantiene una posición fuerte en el sector por haber desarrollado tecnologías muy avanzadas. En 2013, incluso, se convirtió en el primer país donde la eólica fue la mayor fuente de energía.
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