"Los Rebeldes" ganan la final de 'Pequeños gigantes'
El equipo apadrinado por Adrián Rodríguez vence en la última gala del talent show de Telecinco
Aarón, Triana, Ariadna y Felipe se han alzado como los vencedores de la primera edición española del talent show internacional 'Pequeños gigantes' que este miércoles llegaba a su fin en Telecinco. La pandilla conocida como Los Rebeldes y apadrinada por Adrián Rodriguez se ha impuesto a los Pequeños Guerreros, la liderada por la coreógrafa y bailarina Lili Hergueta. El próximo miércoles se decidirá, en una gala especial, cuál ha sido el niño más talentoso a nivel individual de esta edición.
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Mediaset, en su lógica labor de promoción, tildaba la última gala de la primera edición (en realidad, queda otra que será la finalísima) de 'Pequeños Gigantes' como "la gran final", sin embargo, lo que la cita televisiva nos deparó fue otra gala similar a las 5 que le precedieron. Hubo por tanto más final que grandeza en este talent show original de la televisión mexicana y cuyo formato se ha estrenado en más de una decena de países en todo el mundo.
En España llegó de la mano de Telecinco con la producción de La Competencia y, sin computar la audiencia obtenida en su última noche, 'Pequeños gigantes' ha promediado un gran 23,1% de share con una media de 3.005.000 espectadores.
Mejor el dato de share que de espectadores que se explica por la larga duración de cada emisión de 'Pequeños gigantes' y por la poca competencia que ha tenido enfrente, pues ni 'Comando actualidad' en La 1 ni 'Broadchurch' en Antena 3 pueden considerarse verdaderas piedras de toque para medir a este talent.
Lejos quedan de los números cosechados por 'La voz kids' o por 'Masterchef Junior', programas con los que la edición española de 'Pequeños Gigantes' no puede ni compararse: ni a nivel de talento de los participantes, ni de espectáculo ni en tantas otras facetas en las que debe destacar un talent show. Tras la primera edición de 'Pequeños gigantes', resulta más cercana la comparación con 'Tú sí que vales' que, por ejemplo, 'La voz kids'. Y por estructura y número de galas... ha quedado demasiado próximo a un '¡Mira quién salta!'.
Por tanto, si Mediaset decide concederle una segunda edición a 'Pequeños gigantes' como si no lo estima oportuno, no habría que llevarse las manos a la cabeza. Ambas opciones serían comprensibles.
De efectuarse una segunda edición española de 'Pequeños gigantes', Telecinco y la productora deberían de tener en cuenta algunos puntos que en esta primera edición albergan mucho espacio para la mejora:
- El casting de los niños: si la final ha sido una gala descafeinada es, entre otras cosas, porque ni entre los 8 niños talento que han quedado -de los 40 preseleccionados- ha habido alguno que llegue de verdad a los espectadores. En líneas generales, no cantaban bien ni tenían una gracia especial delante de la cámara o sobre un escenario más allá de la que muchos niños en cada colegio de España pueden tener. Curiosamente, en la disciplina más complicada para estas edades, el baile, es donde se ha visto mayor talento en 'Pequeños gigantes'.
Tal y como ocurre en 'Tu cara me suena mini' (que está emitiendo Antena 3 en la noche de los jueves), parece que el hecho de que los niños sean auténticamente excepcionales es una cuestión secundaria. Un error tratándose de talents en los que todo debería girar en torno a las geniales capacidades de los niños. Como sí pasaba, por ejemplo, en el mítico 'Menudas Estrellas', formato en el que Adrián Rodríguez destacó siendo bien niño. Él mejor que nadie de los de ahí sabrá lo que era una dura competencia en un programa con niños.
- Un jurado y unos padrinos fallidos: Salvo quizá Jorge Cadaval, el jurado de 'Pequeños gigantes' y los padrinos no han logrado convertirse en alicientes del programa, han carecido de personalidad y matices suficientes como para llegar al público y para lo más que han destacado es para sacar su lado más ególatra y colocarse frente al espejo intentando llamar la atención creando delante de las cámaras a personajes vacíos y poco creíbles como ha ocurrido con Melody o con Adrián Rodríguez.
Repasando otros talents, tanto jurado como padrinos o coaches son parte esencial. En 'La voz kids' Bisbal, Malú o Rosario imprimían personalidad y nota de distinción a cada gala y a sus chicos y es complicado imaginarse al programa sin ellos. En 'Tú sí que vales' (por seguir la comparación con otro programa de la casa) es complicado no recordar Ángel Llacer, Noemí Galera, Risto Mejide, Corbacho o José Luis Moreno como miembros de un jurado que en este tipo de programas, además de juzgar, debe divertir y entretener.
- Poca espectacularidad: Las galas han sido mecánicas. Más propias de un concurso al uso como '¡Mira quién baila!' (o su versión '¡Más que baile!'), '¡Mira quién salta!... que de un talent show de la televisión actual. El programa tampoco ha contado con grandes actuaciones de artistas internacionales y los artistas nacionales que se han dejado ver por allí, lo han hecho antes por infinidad de programas de esta cadena y otras dentro de su maratón promocional, con lo que tampoco este sería un punto atractivo. Eso por no hablar de que en algunos casos, esas actuaciones se han llevado a cabo en un más que notorio playback.
Unido esto a la falta de punch en las participaciones de los niños y a un jurado extravagante y repetitivo, 'Pequeños gigantes' ha recordado a programas de épocas anteriores.
- Más competitividad que didáctica: El trato que han recibido los niños en 'Pequeños gigantes', por lo menos delante de las cámaras, por todos los miembros del equipo ha sido inmejorable. Sin embargo, el exceso de competitividad y la responsabilidad que supone que la nota de tu pandilla dependa de tu actuación, ha provocado que en varios momentos aparezcan caras tristes y llantos sobre el escenario.
Por su parte, ni jurado ni padrinos han sabido ofrecer a los niños algo más que elogios y notas que ninguna bajaba del 9 sobre 10. No es algo esto reprochable, por supuesto, pero sí que no se advierta a los niños, con mucho tacto, de pequeños fallos que hayan podido cometer o no se les aconseje de cómo salvar sus dificultades de cara a actuaciones futuras, como sí ocurre en 'Tu cara me suena mini' en donde el jurado (Carlos Latre, Ángel Llacer y Mónica Naranjo) los juzga con explicaciones didácticas y consejos que permiten a los niños crecer programa tras programa. No puede ser que un jurado se limite actuación tras actuación a decir lo mucho que le ha emocionado, lo crack que es ese niño o el arte que atesora. Así, una y otra vez.
- Excesiva identificación del formato con la cadena: era imposible no asociar 'Pequeños gigantes' con Telecinco y con Mediaset. Por su presentador, por parte de sus padrinos (Adrián Rodríguez, actor en una de sus series; Joaquín Prat, presentador de otro de sus programas, Lili Hergueta, de la serie de Cuatro 'Dreamland'), por algunas de sus estrellas invitadas... Si un exitoso formato internacional comienza a desvirtuarse por el afán de la cadena de hacerlo suyo y personalizarlo, ese formato pierde su esencia y, por ende, su fuerza.
- <a name="despiece1"></a><b>Así ha transcurrido la final de 'Pequeños Gigantes</b>