"El ébola no es una sentencia de muerte"

Zayzay Mulba contrajo el ébola en Monrovia, la capital de Liberia. No sabe cómo fue infectado, pero sí que se curó gracias a los cuidados recibidos en un centro de Médicos Sin Fronteras. Ahora trabaja en ese centro prestando apoyo psicosocial a otros enfermos, a los que transmite un claro mensaje: el ébola no es una sentencia de muerte.

"Todo el mundo tiene miedo en Liberia. Las familias no se visitan. Si vas en tu coche no saludas a tus amigos para no tener que tocarlos. Todos tenemos miedo en el pais de contagiarnos de algún amigo".

Zayzay Mulbah lucha contra ese miedo. Le pide a la gente que no se esconda, que si tiene síntomas acuda a un centro de salud. "Animo a todos los liberianos a que si están enfermos no se escondan, a que vayan a un centro de salud para tomar la medicación. Así se pondrán buenos".

Él sin embargo tuvo que pasar por varios centros sanitarios hasta que le diagnosticaron correctamente. "Fui a muchos hospitales y me dijeron que era malaria". Hasta que llegué a un centro de Médicos sin Fronteras y le confirmaron que padecía ébola: "entonces rompí a llorar, me rompí en lágrimas".

Este joven se curó en menos de un mes con una combinación de medicinas y apoyo psicológico. Ahora es él el que presta apoyo a los pacientes en el centro ELWA 3 de Médicos sin Fronteras en Monrovia. "Algunos de ellos están muy perdidos y débiles. Si yo pude sobrevivir", cuenta a la Cadena SER, "ellos pueden sobrevivir".

Liberia es el país más afectado por la epidemia de ébola, con 4.249 casos confirmados según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ellos, 2.458 han fallecido. La OMS cree que las cifras en Liberia son inferiores a la incidencia real del ébola. La situación en el país según esta organización parece estar empeorando, y sólo resulta esperanzador las indicaciones de que la epidemia remite en Lofa, epicentro del brote.

Médicos Sin Fronteras advierte de que hay todavía grandes lagunas en la respuesta a esta epidemia, incluyendo el cuidado médico, el entrenamiento, el control de la infección, el rastreo de los contactos, la vigilancia epidemiológica, los sistemas de alerta y la movilización y educación de las comunidades.