Dimiten dos ministras en Japón por violar la ley electoral y un escándalo de corrupción
La renuncia de la ministra de Justicia por violación de la ley electoral se produce apenas horas después de que la titular de Economía dejara también el cargo por supuesto uso ilegal de fondos
Esta doble dimisión supone un duro golpe para Abe, que había nombrado a Obuchi (Economía) y a Matsushima (Justicia) el pasado septiembre en la que supuso la primera renovación de su Gabinete desde su llegada al poder en 2012, un movimiento destinado a revitalizar su popularidad y a impulsar el rol de la mujer en la sociedad nipona.
La nueva ministra de Economía, Yuko Obuchi, ha presentado este lunes su dimisión por el supuesto uso ilegal de fondos por parte su organización política, y su renuncia ha sido aceptada por el primer ministro, Shinzo Abe, según informaron fuentes del Ejecutivo.
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Obuchi, quien asumió la cartera de Economía, Comercio e Industria a principios de septiembre, fue el nombramiento más destacado en la primera remodelación del Gabinete de Gobierno realizada por Abe desde que llegó al poder en diciembre de 2012, y ha tenido lugar en un momento de desgaste en la popularidad del primer ministro.
La semana pasada, los medios japoneses desvelaron la contabilidad de una organización política vinculada a Obuchi, que dejaba al descubierto el supuesto uso ilegal de fondos para financiar la asistencia a obras de teatro de sus partidarios, así como para cubrir gastos personales de la ministra.
Por su parte, la ministra de Justicia de Japón, Midori Matsushima, supuestamente distribuyó uchiwa (abanicos japoneses) en los que figuraban su imagen, su nombre y su cargo, a personas que asistieron a diferentes festivales celebrados en el distrito de Tokio al que representa como parlamentaria.
El reparto de bienes de cierto valor -donde se podrían incluir estos abanicos- a votantes está prohibido por la ley electoral japonesa. El opositor Partido Democrático (PD) ya presentó la semana pasada una demanda criminal contra Matsushima por este motivo.
Documentos presentados por la propia Matsushima han mostrado que casi 22.000 abanicos fueron producidos entre este año y 2012 con un coste aproximado de 1,74 millones de yenes (unos 12.700 euros). En el caso de Obuchi, la semana pasada medios japoneses desvelaron la contabilidad de una organización política vinculada a la exministra de Economía, Comercio e Industria.
La información dejaba al descubierto el supuesto uso ilegal de fondos para financiar la asistencia a obras de teatro de sus partidarios, así como para cubrir gastos personales de la ministra. El uso irregular de fondos estatales asignados a su organización política tuvo lugar entre 2010 y 2011, cuando Obuchi, hija del exprimer ministro Keizo Obuchi, ocupaba el cargo de parlamentaria, y ascendería a 26,4 millones de yenes (unos 190.600 euros).
Shinzo Abe ha dicho que su intención es nombrar hoy mismo a las personas que sustituirán a Obuchi y a Matsushima en sus respectivas carteras. No obstante, la doble dimisión es un duro varapalo para el primer ministro, quien apostó por renovar su equipo de Gobierno y conceder más protagonismo político a las mujeres, para lo cual llegó a nombrar a cinco nuevas ministras el pasado 3 de septiembre, aunque la mayoría de ellas en carteras menores.