Sociedad
Polémica con la RAE

La RAE acepta revisar la definición de gitano pero dentro de unos años

La Real Academia de la Lengua se compromete a matizar la acepción en el próximo diccionario

GRA026 MADRID, 07/11/2014.- Integrantes de la Asociación Gitanas Feministas por la Diversidad se concentraron frente a la sede de la Real Academia Española para protestar por la definición que hace de gitano en su última publicación al señalar que se trat / Ballesteros EFE

Sensación agridulce en la Asociación de Gitanas Feministas por la Diversidad después de su protesta está mañana ante la sede de la RAE para pedir que se cambie una de las acepciones de "gitano" del Diccionario por considerarla "racista y humillante".

Representantes del colectivo han logrado reunirse con el secretario general de la RAE Darío Villanueva y aseguran que "se ha comprometido a revisar la peyorativa definición de gitano". Pero los gitanos tendrán que esperar "a la próxima edición del diccionario que publique la institución dentro de tres o cuatro años" señala la presidenta de la asociación de feministas Maria José Jiménez Cortiñas.

"Nos han explicado que estudiarán recoger de alguna manera que el término gitano vinculado con trapacero llevará una marca o señal para aclarar que tiene un significado peyorativo, prejuicioso y que es un uso mal hecho del término" dice esta feminista gitana que promovió la concentración ante la RAE.

Pero los académicos "se han negado de forma tajante a introducir este matiz en la edición digital de la 23 edición del diccionario que esta a punto de salir", añade Maria José Jiménez Cortiñas.

Quinta acepción de gitano en la 23 edición del diccionario de la lengua española que se acaba de publicar: trapacero, es decir, que se sirve de engaños y artificios para defraudar y que intenta engañar a alguien con astucias y mentiras. Los colectivos gitanos están indignados porque la máxima autoridad lingüística haya mantenido esta definición tan peyorativa y negativa. Creen que la Real Academia sigue alimentando los prejuicios, los estereotipos y la marginación de su pueblo.

Maria José Jiménez pone el acento en cómo el diccionario educa a los niños, a los gitanos y a los payos. "¿Qué educación les estamos dando a los menores y qué pasará cuando un niño payo lea en el diccionario de la Real Academia que su compañero de pupite, un gitano, no es de fiar, porque es un estafador que miente y engaña?".

En el comunicado que leyeron ante los medios de comunicación durante la concentración, la asociación decía que la RAE, en las distintas ediciones del diccionario, "ha manchado la dignidad de un pueblo entero y a día de hoy continúa haciéndolo". "La RAE nos humilla, nos maltrata y nos hiere a todos los gitanos."

Tras el encuentro con los representantes del colectivo, Darío Villanueva expresó su "respeto absoluto" hacia la comunidad gitana, pero también dejó muy claro, que la Academia "no inventa palabras ni acepciones sino que refleja el uso que los hablantes hacen de cada palabra".

"Hay acepciones injustas, pero que existen desafortunadamente en la vida social, y eso puede servir para que la propia sociedad tome conciencia de ese comportamiento injusto, que se verbaliza en palabras y en acepciones que tienen que estar en el Diccionario", dijo Villanueva.

El secretario se refirió a la próxima edición del Diccionario académico, que tendrá una concepción completamente digital.

 Ese futuro diccionario tendrá que "obedecer a una realidad que nos impone una nueva sociedad", y las protestas relacionadas con determinadas palabras, ofensivas para algunos colectivos, "se tratarán de manera extraordinariamente escrupulosa y cuidadosa", señaló Villanueva.

"La Academia no aceptará una censura ni va a suprimir palabras", pero sí puede buscar, en el nuevo Diccionario digital, "fórmulas integradas para que la sociedad entienda" que determinadas definiciones y acepciones "significan menosprecio o discriminación".

Serán "unas marcas nuevas", diferentes de las que se han utilizado hasta ahora para indicar que un término es despectivo o vulgar.

La RAE recibe constantemente quejas sobre algunas definiciones del Diccionario, como las de "gitanada" y la acepción de "jesuítico" que lo asocia con "hipócrita". O la definición de cáncer como "proliferación en el seno de un grupo social de situaciones o hechos destructivos" y que refleja el ejemplo "la droga es el cáncer de nuestra sociedad", señaló el secretario.

Si se suprimieran todas esas acepciones, el Diccionario "sería angelical, seráfico", afirmó Villanueva, que no dio plazos para los cambios que se introducirán en la edición digital en relación con los términos ofensivos.

 

 
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