Cuatro intentos de salto a la valla de Melilla

Durante unas tres horas la presión migratoria sobre el perímetro fronterizo de Melilla ha sido intensa ya que en cuatro puntos distintos, y de forma consecutiva, se han registrado intentos de salto.

El primero de ellos comenzó cerca del paso fronterizo de Beni Enzar, donde quedaban en el entrevallado una decena de inmigrantes, que poco más tarde abandonaban su intento de entrada.

Acto seguido otro grupo de cerca de doscientas personas lo intentaba por el paso fronterizo de Barrio Chino.

Este paso es por el que se produce la actividad comercial de los porteadores. En ese momento, sobre las siete de la mañana, más de una treintena de porteadores marroquíes aguardaban a que se les perimiese el paso a Melilla para comenzar a portear los grandes fardos.

Momentos de tensión, una verdadera lucha por la supervivencia de los intereses de cada uno: el de los porteadores de que no se le cerrara el paso fronterizo para poder trabajar con sus mercancías, el de los inmigrantes pasar a suelo español.

Es por ello que han sido los propios porteadores los que se han enfrentado a los inmigrantes impidiéndole la entrada, “un caos, muchos, muchos inmigrantes, nosotros, la policía marroquí..., mucha tensión", nos comentaba uno de esos porteadores que esperaba, ya más tranquilo, la llegada de la furgoneta con los fardos que tenía que pasar al otro lado de la frontera.

Pero las sirenas de los coches de la Guardia Civil y el helicóptero sobrevolando en estático la zona del Cementerio Musulmán, indicaban que la presión se había desplazado hasta otro punto. Efectivamente un grupo formado por más de 150 inmigrantes intentaba saltar la valla por la zona comprendida entre el Cementerio Musulmán y el aeropuerto. En la zona del cementerio, Marruecos no ha instalado su perímetro, ya que cortaría el acceso al mismo por la parte marroquí.

Intento de salto también controlado sin que pudiesen encaramarse a ninguna de las vallas.

En la puerta del CETI mientras tanto, un grupo de inmigrantes que viven en el mismo estaban en la puerta observando los movimientos de los coches de la Guardia Civil, del helicóptero, a la espera de saber si sus compañeros conseguirían unirse a ellos tras un salto victorioso.

Sobre las ocho de la mañana, estos internos abandonaban la puerta y entraban nuevamente a las instalaciones: ellos abandonaban la espera, igual que sus antiguos compañeros del Gurugú abandonaban el intento.

Sólo un grupo de unos cincuenta lo estaba intentando por otro punto, cercano al paso fronterizo de Farhana.

A partir de las seis de la mañana comienza la actividad en los puestos fronterizos con la entrada de trabajadores a Melilla, de los porteadores o de vehículos para distintas transacciones comerciales, por eso, es más complicado controlar un salto en esos puntos ya que la Policía Nacional y Guardia Civil a la vez realizan el control documental de los marroquíes, mientras como ha ocurrido en Barrio Chino, cientos de inmigrantes intentan pasar.

Intensas horas, centradas en cuatro focos activos.