10 postales invernales de la Laponia finlandesa
Si la perfección existe se encuentra en Laponia. Describir con palabras la belleza que atesora la región más septentrional de Finlandia es una tarea mucho más difícil que cazar una de esas mágicas luces del norte que danzan en los cielos boreales de estas latitudes. Un paisaje blanco, remoto y virgen, de infinitos bosques y lagos, y al que los rigores del clima y la eterna oscuridad de las noches de invierno han conseguido moldear con una beldad fuera de toda duda. Un lugar en el que se escucha el silencio, se siente la emoción y se congelan las lagrimas. He aquí 10 postales invernales de la Laponia finlandesa.
La llamada “Puerta de Laponia” es a su vez la capital de la región más grande de Finlandia. Rovaniemi es el punto de partida de casi todas las expediciones organizadas por estas remotas tierras, siendo el centro neurálgico de todo el turismo lapón. Sus más de 60.000 habitantes convierten a la ciudad en un lugar muy animado y con suficientes puntos de interés como para pasar un par de días. Entre las visitas obligadas en la ciudad se contemplan tres: el Jätkänkynttilä, un puente atirantado construido en 1983 sobre las aguas del río Kemijoki, el más largo de Finlandia (550 km); el Arktikum, el vistoso museo dedicado al estudio de la ciencia y la cultura de esta región ártica; y por último el legado arquitectónico dejado en la ciudad por Alvar Aalto (1898-1976) quien se encargó de trazar la actual planta de la ciudad dándola forma de cornamenta de reno, ya que fue arrasada en la II Guerra Mundial; así como del diseño algunos edificios emblemáticos como el ayuntamiento, la biblioteca o el auditorio.
El invierno en Laponia es naturaleza hecha poesía. Las nevadas y el frío visten de blanco toda la región, los cientos de lagos se cubren de hielo y los infinitos bosques se intuyen bajo una capa de nieve que se refleja enigmática en las eternas y gélidas noches invernales. De los 38 parques nacionales que hay en Finlandia, siete están en esta región: Lemmenjoki, Pallas-Yllästunturi, Perämeri, Pyhä-Luosto, Riisitunturi, Syöte y Urho Kekkonen. No obstante, podrían ser muchos más teniendo en cuenta que los 98.946 km² de superficie de Lappi son naturaleza virgen en estado puro.
Tras el Saimaa y el Päijänne, el Inarijärvi, o simplemente Inari, es el tercer lago con mayor superficie de Finlandia (1.040,28 km²) y el más grande en la Laponia finlandesa. Sus aguas suelen permanecer congeladas entre noviembre y junio, momento en el que la pesca convencional da lugar a la pesca en el hielo, uno de los modos tradicionales de sustento en esta remota región. El lago está moteado por 3.318 islas, siendo las más populares Hautuumaasaari y Ukonkivi, ésta última era el lugar donde se producían los sacrificios sagrados samis. Alquilar varios días una cabaña a orillas de este lago es una buena forma de vivir a fondo Laponia.
Sí los paisajes son espectaculares en el norte de Finlandia, hay un fenómeno natural que impresiona más si cabe y que justifica por sí solo un viaje a esta comarca: la aurora boreal. Muchas líneas se han escrito sobre las llamadas “luces del norte”, esas mágicas apariciones que se producen en los cielos árticos cuando los protones y electrones del viento solar chocan con los átomos de hidrógeno y oxigeno de la atmósfera generando unas nebulosas de tonos verdosos que llenan de magia los inviernos lapones. Las frías, largas y oscuras noches finesas son muy propicias para ver danzar en el cielo a las esquivas auroras. La aventura de buscarlas, el llamado safari de auroras, es una actividad muy popular en las noches polares de Laponia. Merece la pena calzarse las raquetas y ponerse a la intemperie a 25 grados bajo cero para esperarlas. Quien ha visto una, nunca lo olvida.
Teniendo en cuenta que el 99% de la población toma al menos una a la semana y que existen más de tres millones en un país de 5.300.000 habitantes, no es difícil de entender el lugar de privilegio que ocupa la sauna en la cultura finlandesa. El tradicional baño de vapor es otro de los placeres invernales del país, siempre y cuando se esté dispuesto a darse un baño en el lago helado exterior o a retozar en la nieve una vez se haya acumulado el suficiente calor en el habitáculo de madera. En Laponia hay cientos de miles, algunas de las más curiosas son la gran sauna de humo del Hotel Kakstaulannen, con capacidad para 150 personas; la sauna de nieve del Arctic Snow Hotel de Sinettä, la cual dura tan solo 15 minutos para no deshacerse por completo; y la sauna tradicional sami a orilla del lago Kemijärvi, junto a la colina de Suomu.
Escondido entre bosques de pinos, coníferas y abedules, unos 250 kilómetros al norte de la línea imaginaria que marca el inicio del Círculo Polar Ártico, en la pequeña localidad de Saariselkä, se encuentra uno de los alojamientos más curiosos de Finlandia: el “Hotel & Igloo Village Kakslauttanen”. Más que un mero hospedaje, el Kakslauttanen es un gran complejo hecho para el goce y disfrute de la región lapona. Dispone de 40 cabañas fabricadas con madera de primerísima calidad, la sauna de humo más grande del mundo, una capilla de hielo para bodas, un “ice-bar”, iglús fabricados con bloques de nieve helada, tiendas de souvenirs, un restaurante, y la guinda del pastel: la aldea de iglús de cristal.
Saariselkä se encuadra en plena Laponia, en la municipalidad de Inari, y a tan solo 35 kilómetros del aeropuerto de Ivalo. Es uno de los destinos vacacionales preferidos por los finlandeses para pasar unos días en invierno ya que se asienta en una región de suaves montañas y muy próximo al Parque Nacional Urho Kekkonen, una de las superficies de naturaleza salvaje más extensas de Finlandia, y lugar privilegiado para la práctica de las raquetas, el esquí de travesía o el senderismo.
Pesca en hielo, esquí de fondo, motos de nieve, trineos tirados por huskys, paseos en reno, raquetas…; las actividades invernales en Laponia son infinitas. El esquí y el snowboard son dos de las pasiones favoritas en Finlandia. Se calcula que hay en torno a 75 estaciones de esquí en todo el país, la mayoría son pequeñas y se ubican cerca de las ciudades. No obstante, las más prestigiosas (“Big Four”) se localizan en Laponia: Levi, Ylläs, Pyhä-Luosto y Ruka. La temporada de nieve empieza a finales de octubre y se extiende hasta mayo y en torno a estas estaciones se forman complejos vacacionales muy bien preparados para disfrutar de la nieve de múltiples formas. Siendo para los finlandeses su destino vacacional predilecto.
Con un perfil eminentemente llano, pocas veces se habla de las montañas finesas. Sin embargo, aparte de miles de lagos y extensos bosques, el país también cuenta con algunas prominencias montañosas que se concentran en el extremo noroccidental de la región de Laponia. Entre estas, el Halti es con sus 1.365 metros el pico más elevado de Finlandia. Situado en el término municipal de Enontekiö, resulta curioso que su cumbre pertenezca a Noruega, pues está en plena frontera con este país. Las gélidas temperaturas durante el ascenso le convierten en un reto duro para acometerlo en invierno, sin embargo es posible subirlo esquiando o en moto de nieve.
En ningún lugar del mundo se puede sentir el espíritu navideño con tanta fuerza como en esta región finlandesa. Al hecho de que el paisaje sea una maravillosa postal nevada se suman los renos, los adornos navideños y Santa Claus. A escasos ocho kilómetros de Rovaniemi, justo en la línea imaginaria que describe el Círculo Polar Ártico (Napapiiri) se encuentra el Santa Claus Village, la residencia oficial del popular Joulupukki, el legendario personaje navideño de origen lapón. Un lugar mágico que cada día colma de ilusión a cientos de niños que lo visitan.
También conocidos como lapones, los samis comenzaron a poblar la región norte de Escandinavia hace más de 11.000 años. Amantes de la naturaleza y expertos manejadores del frío, se distinguen por sus coloridos trajes, por sus viviendas en forma de tienda india (lavvo) y por las cabañas de turba diseñadas para el pastoreo. Se calcula que entre Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia hay unos 95.000 samis, de los cuales cerca de 9.000 viven en la Laponia finlandesa.
El pueblo de Inari, es la capital sami en Finlandia y el mejor lugar para ahondar en esta cultura milenaria. Es de obligada visita el museo SIIDA, cuyo interior alberga dos exposiciones fijas que muestran la historia y cultura sami y la naturaleza de la región, así como algunas exposiciones temporales. Además, en abril de 2012, se inauguró el Sajos, un gran centro cultural y administrativo que hace las veces de parlamento sami en Finlandia.
Y es que en el mundo, hay multitud de culturas y pueblos de los que sabemos poco o más bien nada. Sin duda viajes increíbles como este nos acercan más a conocer un poco más de nuestro mundo y disfrutar de una de nuestras grandes pasiones, viajar.