A Sócrates se le acabó la Impunidad?


Hace un año escribí un libro: Impunidade (A Esfera dos livros). En la portada aparecía el rostro de José Sócrates, ex primer ministro socialista portugués.
No tienes miedo? Me preguntaron algunas personas. Hasta ese momento ni siquiera se me había pasado por la cabeza tener miedo. Por qué si es un libro de hechos que cuenta los 15 grandes escándalos de la democracia portuguesa. Y en algunos de ellos aparecía José Sócrates. La sensación de impunidad era aún mayor cuando se hablaba de él. Por ejemplo, el famoso Caso Freeport. Resumiendo. Sócrates era ministro de Ambiente cuando concedió una licencia para la construcción del mayor outlet de Europa, el centro comercial Freeport. El problema era que estaba en una zona protegida, pero Sócrates alteró el área para que pudiera construirse. A días de las elecciones de 2005, saltó la noticia que de que había habido pagos ilegales. El nombre de Sócrates fue mencionado varias veces. Hubo incluso una cámara oculta. Dos acusados de tentativa de extorsión. Juicio y ninguna condena. José Sócrates ni siquiera tuvo que prestar declaraciones. El caso fue archivado a pesar de las sospechas.
No ha sido el único. Caso Universidad Independente. Salió a la luz que Sócrates se había licenciado en aquella universidad privada un domingo, con un currículum académico en el que surgían demasiadas lagunas y algunos favoritismos. En ese caso, no había ningún delito en juego, pero sí el prestigio y honestidad de um hombre que hizo del "rigor" el estandarte de su gobernación. Una vez más, y como dicen por aquí, todo quedó en "aguas de bacalao". Sócrates seguía impune.
Y aún faltaría el caso Face Oculta, en el que también fue salpicado. Según publicó entonces el semanario SOL, Sócrates -que no se llevaba muy bien con las críticas de la prensa- habría montando un plan para hacerse con el control de gran parte de la comunicación social del país. La noticia y las sospechas, no llegaron a los tribunales.
Y así pasaron los seis años de gobierno -y los años anteriores en los que había sido secretario y ministro-. José Sócrates salió del ejecutivo en el verano de 2011, después de dejar a Portugal en manos de la Troika. Se pasó años pidiendo rigor a los portugueses, tratando de apretar el cinturón para reducir el déficit y mientras tanto, sus cuentas en Suiza no paraban de aumentar, si se confirma de lo que ahora es sospechoso (corrupción, fraude fiscal y blanqueamiento de capitales). Una fortuna de 20 millones de euros, un lujoso apartamento en el centro de Lisboa, otro en París, con vistas a la Torre Eiffel. Un Mercedes de 95 mil euros. Trajes caros, almuerzos en los mejores restaurantes y un estilo de vida de un millonario, no de un político al servicio de su país.
Él siempre dijo que todas estas noticias eran "campañas negras" para denegrir su imagen. Desde el viernes, que está detenido, todavía no ha hablado. Solo lo ha hecho ante el juez y todavía no ha trascendido nada. No tardaremos en volver a escucharle. Tendrá que defenderse, decir cómo consiguió esos 20 millones de euros y los portugueses dificilmente se van a creer eso de que "alguien rico le dejó una herencia", argumento demasiado utilizado por los políticos en Portugal últimamente.
La sensación de IMPUNIDAD de 40 años de democracia portuguesa y la falta de contundencia de la justicia me llevaron a escribir IMPUNIDADE, el libro que relata los 15 grandes escándalos (muchos de ellos sin resolver) de la justicia lusa. Vamos a ver si se le ha acabado la impunidad a Sócrates o si a mí me toca escribir IMPUNIDADE PARTE 2.




