Reformas estructurales, el mantra que se hereda
¿Cuál es la solución para la crisis? Reformas estructurales. El discurso europeo no ha cambiado

Imagen una bandera de la Unión Europea / iStock

Bruselas
¿Cuál es la solución para la crisis? Reformas estructurales. El discurso europeo no ha cambiado.
El nuevo equipo Juncker, espera, como el viejo que el crecimiento llegue y mientras tanto repite los consejos que utilizaba el viejo porque los objetivos de déficit no se han modificado.
"Es la primera vez desde la crisis que esperamos una mejora del crecimiento en todos los países", ha dicho el vicepresidente Dombrovskis que comparece acompañado por el francés Moscovici (economía) y la belga Thyssen (Bélgica).
Los incumplimientos no son graves puesto que "no hemos devuelto ningún presupuesto a ningún estado miembro", dice el vicepresidente que ha confirmado el perdón inicial para Francia aunque el gobierno Hollande se deberá enfrentar a un nuevo examen a finales de marzo.
Moscovici, el comisario francés, responsable de asuntos económicos sitúa inicialmente el problema en un marco más amplio. "Siete países están en riesgo de incumplimiento: Malta, Austria, Portugal, España, Bélgica, Francia e Italia".
Francia, Bélgica e Italia han enviado una carta a Bruselas en la que se comprometen a aprobar reformas estructurales nuevas para el año 2015. Una respuesta que satisface y en la que la Comisión puede escudarse para justificar porque las reglas aplicadas con rigor en el caso de España pueden quedar en punto de muerto cuando el problema es Francia.
"El tiempo que les damos no puede ser tiempo perdido. Deben hacer avances porque no dudaremos en asumir nuestras responsabilidades", dice Moscovici.
A Alemania le piden que aumente las inversiones públicas, por entender que tienen el margen suficiente. "Alemania puede y debe invertir", dice el informe en el que se precisa que los planes de inversiones públicas en infraestructuras podrían ser más ambiciosos y por debajo de las necesidades reales del país. Un problema al que Alemania por tradición suele cerrar los ojos ya que el objetivo del gobierno de Merkel es la estabilidad presupuestaria.




