La ONU suspende la ayuda alimentaria a los refugiados sirios
Se interrumpe la ayuda a 1,7 millones de personas. "Muchas familias pasarán hambre", reconoce el Programa Mundial de Alimentos

Sultana Solaibi, de 54 años, cocina para su familia en el campo de refugiados sirios cercano a la localidad libanesa de Majdal Anjar / Bilal Hussein (AP)

1,7 millones de refugiados sirios han dejado de recibir del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas los cheques con los que hasta ahora compraban comida en las tiendas de las zonas donde están refugiados en Jordania, Líbano, Turquía, Irak y Siria.
El propio Programa Mundial de Alimentos reconoce que muchas familias pasarán hambre sin esta ayuda. El PMA requiere 51 millones de euros para poder reanudar ese sistema de cheques, que permite apoyar tanto a las familias, la mayoría de las cuales vive en precarias tiendas de campaña, como a las economías locales de los países en los que han buscado refugio.
"Muchos compromisos de los donantes no se han cumplido", subraya el PMA, que hasta ahora ha gastado en esta operación 640 millones. "La suspensión de la asistencia alimenticia pondrá en peligro la salud y la seguridad de los refugiados", según la directora ejecutiva de la organización, Ertharin Cousin.
El PMA recuerda que, especialmente en Líbano y Jordania, el problema de la alimentación se suma a una situación ya frágil. Los refugiados no están preparados para el invierno, muchos niños no tienen zapatos y tampoco ropa adecuada para el frío. Las tiendas están inundadas de barro y las condiciones de higiene son crecientemente precarias.




