¿Para qué queremos informativos en televisión?
Iñaki Gabilondo, Fran Llorente, Ana Pastor, Hilario Pino y Vicente Vallés reflexionan sobre la importancia de la información en televisión y su posible futuro.
"No tengo ni idea". Iñaki Gabilondo anticipó que, para él, resulta imposible predecir qué ocurrirá con el periodismo y con la información en televisión en las próximas décadas. Los motivos para comenzar así su intervención, tras décadas de impecable y reconocida labor periodística, no son otros que la incertidumbre que provoca la celeridad con la que se está produciendo los cambios en la manera de ofrecer la información y la cada vez más diferente actitud de los usuarios a la hora de demandar información; todo ello, posible gracias al avance de las tecnologías.
Pese a que Gabilondo no quiere actuar de profeta, sí que él y otros periodistas de prestigio relacionados con el mundo de la información en televisión se animaron a debatir durante más de una hora sobre esta cuestión. Iñaki, Fran Llorente, Ana Pastor, Hilario Pino y Vicente Vallés aceptaron la invitación de la también periodista y presentadora de informativos Esther Cervera con motivo de la publicación de su libro 'Las caras de la noticia', obra basada en la serie documental de CANAL+ del mismo nombre.
Cervera se encargó de moderar esta charla en la que se abordaron distintos puntos que condicionan, mejoran o ponen en peligro el ofrecer a los espectadores un riguroso y exhaustivo tratamiento de la actualidad.
Fran Llorente, director de los Servicios Informativos de TVE durante la última etapa socialista en el gobierno, compartió con la abarrotada sala de la Fnac de Callao en la que tuvo lugar esta charla un interesante enfoque sobre la necesidad de la figura del presentador.
"Es una época de información excesiva. Podemos llenarnos de información y no entender lo que está pasando. Es una sociedad cada vez más compleja que necesita que se explique. Ese es el papel del periodista: alguien con la capacidad de formarse, de buscar fuentes y que exista ese comunicador", opinaba Llorente. Gabilondo, en la misma línea estableció una comparación: "Cuando hay una inundación, lo primero que se demanda en la zona de la catástrofe es agua potable". Vivimos una época de sobre-información.
"En televisión no es necesario el busto, pero sí es importante que la sensación de que hay alguien que te esté contando lo que pasa. Necesitas buscar un referente que te ordene ese mundo complejo y te dé una mirada. Eso es lo importante de la televisión: no tanto la imagen del presentador, sino su presencia", comentaba Llorente.
Los cinco periodistas invitados estuvieron de acuerdo en que, en los próximos años, no se va a frenar este torrente de información, sino que va a seguir creciendo desmesuradamente. Así, la pregunta es cómo se va a ofrecer al espectador y a la sociedad ese relato de la realidad y cómo la sociedad va a querer recibirlo. Iñaki cree que en los próximos años "se va a poner en tela de juicio la capacidad que tiene el periodismo de explicar las cosas complejas. Todo va a ser conducido más a la brevedad. La cita de las 3 de la tarde o de las 9 de la noche va a ser sustituida por el flujo permanente de información."
Y no es que vayan a desaparecer de las parrillas de las cadenas esos informativos en los que en 40 minutos se pretende informar de lo supuestamente más importante. Para Gabilondo, estos Telediarios "seguirán existiendo, pero va a ser cada vez más reclamado seguir viviendo la información en la multipantalla y se irá recibiendo en la medida en la que uno decida. En principio va a haber una tentación de ir haciendo una oferta breve y continuada", explicó.
En palabras de Iñaki, esta tendencia de ir ofertando información de manera breve y continuada conlleva un problema a la hora de abordar lo complejo. Para ello, están apareciendo nuevos lenguajes visuales: "En la televisión, estoy viendo, que se está tratando de resolver este problema a través de la complejidad gráfica: ahora mismo, en una pantalla puede estar hablando el presentador, abajo pasando la cotización de la Bolsa, en el extremo de la izquierda se puede ver cómo los bomberos bajan a la galería… Se está empezando a afrontar la complejidad a través de lenguajes expresivos diferentes", exponía Gabilondo que añadía: "Creo que habrá productos instalados en parrilla porque la gente necesitará un remanso donde alguien le ayude a contextualizar las cosas, pero creo que en el día a día, se irá repicando en todas las pantallas posibles un montón de cosas que la información haya ofrecido. Ahí es donde yo me pregunto cómo se cuenta la complejidad: un incendio, es un incendio, pero una acción militar en Siria tiene una parte fácil de ver y luego una gran complejidad detrás sin la cual no se entiende nada" .
Por tanto, se seguirá precisando de ese periodista que contextualice los datos, que los analice, que los haga comprensibles y también aparecerán nuevos modelos de consumo de la información: que el ciudadano decida cómo y cuándo informarse. Serán precisos nuevos lenguajes audiovisuales para abarcar informaciones complejas.
Vicente Vallés, conductor del informativo de las 15:00 horas en Antena 3 Noticias lamentaba que España fuera el único país de su categoría en el que no existiesen canales de noticias 24 horas privados. Considera que "ese hueco lo está cubriendo parcialmente laSexta. No es una farmacia abierta 24 horas, pero sí de esas de 12 horas", comparaba el periodista madrileño que ya ha pasado por Telecinco y TVE antes de recalar en Antena 3.
Vallés lamentó que en televisión, incluso un programa informativo, esté tan sujeto a la variación diaria de audiencias. Explicó cómo se mide minuto a minuto el interés del espectador y cómo una caída de medio punto al abordar un tema de actualidad, puede provocar que se decida que ese tema ya no se vuelva a tocar… sencillamente porque se pierde audiencia y, por tanto, rentabilidad.
Ana Pastor, a este respecto, ha defendido la figura de un buen jefe que vaya más allá de esa rentabilidad y que haga de paraguas cuando los chaparrones (en forma de bajada de share o de políticos quejándose) lleguen a la redacción: "En el caso de las audiencias, depende de los jefes que tengas y de la presión que haya en ese sentido", afirmó Pastor que se encontraba sentada entre dos de esos jefes a los que más admira, Gabilondo (en su etapa de la SER) y Fran Llorente (en TVE).
Con Llorente tuvo palabras de cariño al llamarlo "fallo del sistema" y le agradeció Ana que enseñase a todos "que la tele pública es nuestra, no de los políticos, cosa que parece que se ha olvidado en la tele pública que se hace ahora".
Puso en valor el trabajo y la valentía de Llorente en episodios donde desde determinados sectores de la política se pidió la destitución de ella como presentadora de 'Los desayunos de TVE': "Este señor [Llorente], aunque llovía mucho en las entrevistas, consiguió que después de que se pidiera mi cese por la entrevista a De Cospedal, yo siguiera haciendo el programa. Llegó Rubalcaba y dijo lo mismo, y yo seguí haciendo el programa. Él siguió de jefe hasta que un día decidieron cargarse un modelo que hizo bien Zapatero". Ese modelo del que habla Pastor se impuso en la etapa más premiada de la historia de los Servicios Informativos de TVE.
Hilario Pino, ahora en 'laSexta Noche' y hasta hace poco como presentador de informativos en Mediaset, quiso romper una lanza en favor del periodismo de investigación en televisión: "Desde el momento en el que llegó la competencia entre todos los canales y el estar pendiente del share, comenzamos una carrera diabólica, empezamos a olvidar el periodismo de investigación porque es caro, molesta al poder… y no siempre los jefes son amables y buenos. También hay jefes que te indican que hay que hacer todo lo contrario. Ese tipo de jefes son los que tienen miedo al periodismo de investigación. Por ese motivo y muchos otros, los informativos de televisión han ido dejando de lado algo tan importante como la investigación", se lamentaba Pino quien entiende que los informativos deben ser una insignia y un eje fundamental de cualquier cadena.
Vicente Vallés ha apuntado, además, a los programas de tertulias políticas como otra de las consecuencias negativas de los datos de share en televisión: "En los últimos años se ha producido un tipo de salvamización [en alusión al programa 'Sálvame'] de las tertulias políticas. Las tertulias que ahora tienen grandes éxitos de audiencia en la televisión, en algunos aspectos, se han salvamizado porque eso atrae mucho al espectador. A mí me gusta menos, pero hay mucha gente que le gusta mucho."
Los cinco periodistas coinciden en que no se debe trastocar la esencia del periodismo por más que el panorama comunicativo o informativo cambie, por más que aparezcan nuevas herramientas tecnológicas que modifiquen las relaciones en la sociedad: "El relato de la complejidad es la esencia del oficio del periodismo. Tenemos un oficio que es servir a la gente y a la gente la servimos si entiende lo que le contamos… y no es muy fácil entender según qué cosas", reflexiona Iñaki Gabilondo.
Sobre las redes sociales, también se habló en este coloquio en el que Ana Pastor defendió que el uso de Twitter por parte del periodista le permite ser más exigente con su trabajo: "si cometo un error, la gente me lo hace llegar inmediatamente a través de Twitter".
Fran Llorente puso en valor la irrupción de las redes sociales y analizó su impacto: "Las redes sociales han cambiando la sociedad: están cambiando nuestra forma de relacionarnos entre nosotros, con las instituciones, el poder… Están cambiando el periodismo y lo van a seguir cambiando. Creo que te acerca a las fuentes, las redes te permiten acercarte a la gente: tanto a las fuentes como al espectador".
Es decir, las redes sociales, como las posibilidades que ofrece internet, para el periodista debe ser eso: más posibilidades, más herramientas con las que hacer mejor su trabajo… Pero no, como ponía sobre aviso Vallés, hay que equivocar la esencia del tratamiento de la información, no todo lo que ocurre en las redes sociales es susceptible de convertirse en noticia: "La sociedad no solo está compuesta por usuarios de Twitter. Es una cosa que siempre me planteo: hay millones de personas que, como mucho han oído hablar de una cosa que se llama Twitter porque sus nietos o sus hijos hablan de ello. Esa gente también ve la televisión", advirtió Vallés: "En mi caso particular sé que a las 3 de la tarde, cuando me pongo delante de la cámara, seguramente hay más gente viéndome que no utiliza Twitter que de la que sí lo utiliza. No se puede despreciar porque sí, intelectualmente, a aquellos que no están en redes sociales o que no usan el Whatsapp porque son un porcentaje elevadísimo del público que ve la televisión. Hay que tenerlo presente".
Son reglas que han regido siempre la naturaleza del periodista: explicar la realidad para ser comprendido, saber cuál es su público y qué demanda y, como indicó Hilario Pino, "no podemos olvidar que una de las razones fundamentales del periodismo en una sociedad democrática es la de hacer de guardián de la verdad, de la libertad y de la información. Eso sólo se puede conseguir investigando. Es importante que te dejen y que los medios apoyen esa investigación y que no solo se tenga en cuenta el share a la hora de valorar un informativo"
Ante todo esto, los cinco se mostraron convencidos de que la figura del periodista seguirá siendo básica cualesquiera que sean las circunstancias del futuro. Llorente, como Pastor, usaba el apelativo de "valiente" para referirse a ese rol: "Sin periodistas valientes no hay periodismo. Los periodistas son lo que es la sociedad. Si los ciudadanos demandan información, habrá quien se vea comprometido a buscarla. En ese futuro está el compromiso de una sociedad que exija respuestas al poder, a sus políticos y que demande información".
Teorías y reflexiones aparte, hay un punto en el que los cinco se mostraron indudadablemente de acuerdo y que Gabilondo lo resumió en una frase: "Cuando uno se hace mayor, se va dando cuenta de que vivir es elegir". Los periodistas continuarán con la tarea de ofrecer la mejor información posible, el público seguirá teniendo que elegir dónde, cómo y cómo la quiere consumir.