Francia echa el freno a los salarios del cine
Se busca una mayor rentabilidad a las subvenciones públicas
La ministra francesa de Cultura, Fleur Pellerin.(EFE)
París
Francia echará el freno a los salarios de las estrellas del cine. Las películas perderán la subvención pública si las remuneraciones de un actor, un realizador o un guionista sobrepasan entre el 5 y 15% del presupuesto del film. Y en ningún caso los sueldos podrán superar el millón de euros. Las autoridades del cine buscan una mayor rentabilidad a las ayudas públicas.
El Centro Nacional del Cine (CNC) quiere distribuir mejor las ayudas públicas tras las denuncias internas sobre los desmanes y la escasa rentabilidad de muchas películas producidas en Francia. Según la propuesta, para producciones de entre 7 y 10 millones de euros las remuneraciones máximas no podrán superar el 5% del presupuesto. En películas más caras se podrá llegar hasta los 990.000 euros.
La estrategia de la autoridad cinematográfica francesa se produce dos años después de la denuncia que hizo Vincent Maraval, realizador de la exitosa The Artist, en las páginas de Le Monde. Maraval se preguntó por qué actores y actrices galos como Marion Cotillard, Vincent Cassel, Jean Reno, Gad Elmaleh, Guillaume Canet, Audrey Tautou, Léa Seydoux y otros muchos (Gerard Le Pardieu, hasta que huyó fiscalmente a Bélgica) cobran por una película en Francia entre medio millón y dos millones de euros. Pero cuando ruedan en EEUU, donde el mercado es mundial, se conforman con caches de 50.000 a 200.000 euros.
La respuesta es clara, porque en Francia se subvenciona con mucho dinero el cine. Los dineros que van al cine francés son uno de los secretos mejor guardados de la República. Según radio France Culture, el Hexágono dedica unos 750 millones a la industria cinematográfica, incluyendo las ventajas fiscales, las tasas, ayudas financieras más o menos directas de las regiones. Además de las partidas del presupuesto de Cultura, el séptimo arte francés se beneficia de los ingresos generados por las tasas sobre la venta de entradas y las que aportan las televisiones, los editores de vídeo, además de otras ayudas públicas, nacionales o regionales.
Pero esta lluvia de millones no llega a los productores, cámaras y actores y actrices más jóvenes. Como puso de manifiesto un estudio independiente encargado por el Ministerio de Cultura, no es oro todo lo que reluce en el mundo del cine francés, aunque es envidiado allende sus fronteras. En 2013 solo una de cada diez películas producidas en Francia fue rentable y el número de espectadores que vieron producciones galas se redujo un 5,3%.
El increíble éxito taquillero de los Intocables de François Cluzet , Omar Sy, (vista en Francia por 19,5 millones de espectadores) y la cuarta francesa mejor exportada con 31,9 millones de entradas, no se repite todos los años. Más reciente, 'Lucy', dirigida por Luc Besson y protagonizada por Scarlett Johansson, va por buen camino, pero también es una excepción.
El 60% de las películas que se producen en Francia tiene menos de 50.000 espectadores. La emisora pública insiste en que las subvenciones han elevado los costes de producción (en Francia se produce más caro que en otros países de la UE y EEUU) y provocado una “sobre producción”. En 2012 se hicieron 279 películas, un record histórico, aunque la cuota de mercado baja y la media de producción, 5,4 millones, también. La irrupción de la tecnología digital lleva a los consumidores a variar la forma que tienen de ver cine, lo que, según los autores del informe citado, obliga también a modificar la política de producción.
