El Barça se enfanga en Getafe
El equipo de Luis Enrique, sin mordiente ofensiva, empata frente al Getafe en un partido gris

El centrocampista del Barcelona Andrés Iniesta (d) controla el balón ante el centrocampista del Getafe Míchel Herrero en el partido de la decimoquinta jornada de liga en Primera División que se disputa en el Coliseo Alfonso Pérez / Juan Carlos Hidalgo (EFE)

Se dejó Luis Enrique de experimentos con la llegada de la Liga. Con la vuelta a la competición doméstica volvió el dibujo habitual de los cuatro defensas. Se decidió por Rakitic en lugar de Iniesta y por Pedro en lugar de Neymar, en lo que se suponía una apuesta por la verticalidad.
El Getafe guardó sus cartas hasta el último instante, dejando a Pedro León y Álvaro Vázquez en el banquillo. El guion salió como se esperaba y el balón cayó en los pies del Barcelona, que no supo en ningún momento qué hacer con él, mientras el Getafe se apoderó las contras, aprovechando las subidas de Alves y las ganas de Lafita.
Contra tejió un muro azulón con Lacen y Míchel muy guerrilleros en la medular. Con Xavi tirado a la derecha y Busquets en la sala de máquinas, el Barça no encontró la manera de hacer daño y no tuvo la primera ocasión hasta el minuto 17 cuando tras un batiburrillo en el área Messi disparó de forma ingenua para detuviese Guaita.
Lo más reseñable de la primera mitad fue el doble error de Vicandi Garrido, que obvió dos penaltis muy claros, uno en cada área y en jugadas sucesivas. El vasco no estuvo nada afortunado. Minutos después llegó el momento de Bravo, que hizo una parada de mucho mérito a tiro de Lafita desde la izquierda. Así se cerró una primera parte gris y poco atractiva para los no excesivos aficionados que asistieron al Coliseo, que además se calaron por momentos.
Segunda parte más divertida
- Ficha técnica:
El segundo acto mejoró en adrenalina, quizás por el cansancio acumulado o quizás por la salida de determinados jugadores que animaron un poco el deslucido choque. El Barça abandonó toda idea de controlar el juego y la filosofía de ida y vuelta se instaló de lleno sobre el verde.
Saltaron al verde Pedro León, Iniesta y Álvaro Vázquez, lo que sentó bien a ambos equipos. Se volvieron más mordaces e intensos, con mejor capacidad para robar pero también con menor densidad defensiva. En el Barça el gran cambio supuso que Messi retrasase su posición unos metros y Suárez se metiese al centro. Así llegaron los centros y las mejores oportunidades para los de Luis Enrique.
Messi chutó una falta al larguero y dispuso de una clara ocasión que se marchó alta, de nuevo gracias a un Luis Suárez muy generoso en la asistencia. Sin embargo Naldo, Velázquez y Alexis aguantaron bien los envites, muy concentrados durante todo el partido, sin complicarse y siempre muy expeditivos.
Los minutos finales supusieron el final de un ejercicio de impotencia blaugrana, intentaron atacar pero una y otra vez se daban de bruces con Guaita y la zaga azulona. Piqué remató de forma ingenua dos veces en los últimos instantes antes de que Vicandi pitase el final del partido cuando Álvaro Vázquez encaraba a Bravo, desatando las críticas iracundas de los jugadores locales.
En definitiva, un resbalón que descuadra las cuentas del Barcelona y que entrega el liderato al Madrid para lo que queda de 2014.




